Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Tecnología / NASA

La NASA aterriza por primera vez en un asteroide tras casi dos años estudiándolo

La sonda OSIRIS-REx podría volver con las muestras para 2023, si todo sale según lo previsto.

Llevamos años escuchando hablar sobre el aterrizaje en Bennu de OSIRIS-REx, la primera misión de la NASA de retorno de muestras. La misión se lanzó en septiembre de 2016 y tras dos años estudiando al asteroide, ahora por fin lo ha pisado. Sobre las 18:12 EDT (00:12 hora peninsular y 17:12 hora de Ciudad de México), han comenzado las maniobras para el aterrizaje de la misión de la NASA.

La misión OSIRIS-REx de la NASA es una sonda que comienza ahora su trabajo más duro. Recogerá entre 60 gramos y dos kilos de muestras para traerlas a la Tierra en 2023, si todo marcha según lo planeado por la agencia espacial estadounidense. Una vez aquí, se realizarán diferentes análisis para entender mejor la composición de Bennu. Incluso se podrían comparar con muestras de Hayabusa y Hayabusa 2, las misiones de recogida de muestras de la agencia japonesa, JAXA.

¿Y qué esperan encontrar en ese análisis de las muestras? Primero de todo se espera encontrar moléculas que posiblemente dieron lugar a la vida, como el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno u otras, señalan en un comunicado de prensa desde la NASA. Es muy posible que haya agua y, además, podría ser rico en platino y oro. OSIRIS-REx podría ser el inicio de la minería espacial, ya que si queremos explorar el espacio vamos a necesitar usar sus recursos. Por ejemplo, muchos asteroides, como Bennu, tienen agua. Y el agua se puede descomponer en oxígeno, para respirar, y en hidrógeno, es decir, combustible para cohetes, añaden desde la NASA, indica Hipertextual.

Aterrizaje complicado

No obstante, el aterrizaje en Bennu no va a ser nada sencillo, puesto que la situación se ha complicado. "Las primeras observaciones del asteroide realizadas en la Tierra sugirieron que tenía una superficie lisa con un regolito (la capa superior de material suelto y no consolidado) compuesto por partículas de menos de una pulgada (un par de centímetros) de tamaño, como máximo", explican desde la NASA.

"A medida que la nave espacial OSIRIS-REx pudo tomar fotografías con una resolución más alta, se hizo evidente que tomar muestras de Bennu sería mucho más peligroso de lo que se creía. Nuevas imágenes de la superficie de Bennu muestran que está cubierta principalmente de rocas masivas, no rocas pequeñas. OSIRIS-REx fue diseñado para navegar dentro de un área en Bennu de unos 1672 metros cuadrados. Este es aproximadamente el tamaño de un estacionamiento con 100 espacios. Ahora, debe maniobrar hacia un lugar seguro en la superficie rocosa de Bennu dentro de un límite de menos de unos 83 metros cuadrados. Esto es lo mismo que un área de aproximadamente cinco espacios de estacionamiento".

Sin embargo, a pesar de todo esto, la NASA lo ha conseguido. OSIRIS-REx ya ha aterrizado en Bennu y próximamente comenzará a recoger las muestras que, si todo sale según lo previsto, podrían estar para 2023 en la Tierra.

En esta nota