El costo que pagan las empresas con envíos gratis
Atrae a clientes pero no siempre es buen negocio.

Todos hemos escuchado que hay promociones que con mínimos de compra el envío es gratuito, a veces sin mínimo y a veces siempre es gratuita. En grandes cadenas el problema es más de logística, como le ha pasado a Liverpool, pero los pequeños negocios no siempre salen bien en sus ganancias al emplear esta estrategia y son quienes terminan absorbiendo este costo… de algún lado tiene que salir ese pago.
A nadie le gusta pagar envío, sobre todo porque a veces es más caro que el producto que se compra, y depende del peso, fragilidad, seguro, distancia y tipo de envío y en mi caso, mi problema es la entrega por la dirección conflictiva. Por lo general las empresas son quienes absorben parte o el total del costo del envío para que las personas no lo paguen, sobre todo cuando no hay opciones de paqueterías para escoger o solo hay un tipo de envío y no se puede optar por el más económico o el más “rápido”. Lo que pocas veces se dice es que el envío gratis implica proporcionar un salario inferior a los repartidores, sobre todo si es del sistema de correos. No siempre tienen guías prepagadas a buen precio ni tampco siempre las empresas aceptan hacer negocios si no les es redituable.
Hacer esto hace que las ganancias e ingresos sean menores con tal de mantener al cliente. No es lo mismo que Liverpool lo ofrezca y te lo mande con su sistema u opte por terceros reconocidos o de servicio privado, ya que al final de cuentas se está consiente o se debe estar, que a veces el costo gratuito se debe al sobreprecio de algunos productos que ofrece la tienda, pero esto no sucede en Pymes. Allá hay muchos factores que encarecen los productos, sobre todo cuando se importan, con los costos extra de impuestos y otros pagos.
Tiendas como Amazon al contratar el servicio Prime ya lo incluye y es un gran ahorro para el usuario que igual sabe que de cierta forma, ya lo pagó y eso hace que pida de forma regular productos, además de que ellos mismos son quienes lo envían, lo que ahorra gastos porque “todo queda en casa”, aunque implique daños a la salud de los empleados como ha sucedido durante la pandemia.
Se sabe que el cliente es impaciente y que la tienda será evaluada por la rapidez de la entrega y no solo por la calidad y precio del producto, lo que hace que a veces se califique mal. Cuando por circunstancias externas se retrasan los pedidos. Algunas de estas se comprenden y lo que se castiga no es por el retraso, sino por la falta de atención al cliente en donde es tardado recibir respuesta por correo, mensaje o teléfono, porque al estar saturado el servicio, no se puede atender bien a todos.Pero cuando se recibe un producto equivocado dañado, se pierde o llega incompleta la orden.
El envío gratuito suena tentador, implica que a veces el usuario gaste más de lo que pensaba con tal de no pagar el envío o que compre algo que no estaba presupuestado y más si tiene descuento. Cuando un producto es muy cotizado o difícil de conseguir es cuando a veces al usuario no le importa pagar el envío. Si este tema no importará ni pesará en el usuario, aún existirán tiendas ofreciendo productos pero si se toma en cuenta la pandemia, dificulta el acceso a productos que no hay en México y también para quienes lo necesitan desde nuestro país, haciendo que cierren negocios que ya no pudieron sostenerse al agotar su stock. El margen de ganancia es poco y no todos pueden cobrar “un poco más” para poder sostener el envío.
A todos nos ha pasado vivir la experiencia del “dolor de pagar”, es decir, llenar el carrito y antes de dar la opción de pagar, aparece el costo de lo que cuesta el envío y decidir qué mejor esperar otro momento o de plano se declina la compra. En cambio en un portal como Amazon Prime, sabes que no tienes ese “costo extra” y felizmente haces las veces que quieras la compra, porque sabes que al final, tampoco vas a pagar la devolución si el producto no te gusta aunque depende del tipo y ciertos requisitos que hay que cumplir para que aplique.
Y es que no hay nada peor que pagar un envío, que el producto llegue mal y para cambiarlo salga más cara la devolución que el producto en sí. Zara lo puede hacer sin problema y con eso el cliente está feliz al no tener ni siquiera que salir de casa para que le cambien la prenda. Considerando un porcentaje de al menos el 35% de devoluciones, es un dolor de cabeza para negocios minoristas, sin importar en qué parte del mundo estén.
Y claro, cuando en una pequeña tienda online la única opción es por correo, el cliente tiembla, porque sabe que a veces su pedido no va a llegar y si llega, tardará muchos años, ya que pagar paquetería sale caro, sobre todo de tipo internacional excepto que lo pidas en AliExpress o aproveches promociones de tiendas como Miniso en México, TomTop y similares.
Por supuesto, esto también aplica en la entrega de comidas, donde también “duele el codo” el pago del envío y eso sin incluir propina. en donde a los restaurantes se les cobra el 30% y que evidentemente ha encarecido los precios, haciendo que algunos ya no usen ninguna plataforma y recurren solo a sus entregas a domicilio con su personal, pero limitando el área de entrega o dando a conocer la tarifa adicional.
Para algunos negocios, con la pandemia, es más redituable seguir funcionando en línea que físicamente, otros desean regresar a las entregas regulares, pero a otros no les queda más que seguir ofreciendo sus servicios de esta forma aunque no lo deseen. Sin duda, quienes ya tenían esta opción como principal,fueron los menos afectados. Así que hay que considerar que dentro de lo posible, si se desea apoyar a un comercio mexicano en línea, hay que optar por pagar el precio de envío para que salgan las cuentas, con información de Pasión Móvil.
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