Contaminación dificulta el apareamiento de los insectos
La contaminación atmosférica dificulta la comunicación sexual de las moscas, según un estudio que constata que los altos niveles de ozono degeneran la señal química de apareamiento de estos y otros insectos.
La contaminación atmosférica dificulta la comunicación sexual de las moscas, según un estudio que constata que los altos niveles de ozono degeneran la señal química de apareamiento de estos y otros insectos, lo que puede generar su declive.
Los altos niveles de ozono no solo son perjudiciales para la salud humana, advierten los expertos responsables de este trabajo, del Instituto Max Planck de Ecología Química: "El estilo de vida actual de las naciones industrializadas tiene un coste muy elevado para el medioambiente y el clima, y muchos efectos indirectos ni siquiera se conocen".
El estudio actual, que se publica en la revista Nature Communications, aporta una explicación extra de por qué las poblaciones de insectos están disminuyendo a nivel mundial.
La comunicación sexual de estos animales depende en gran medida de las feromonas, atrayentes químicos que permiten a machos y a hembras de una especie aparearse. Los machos y las hembras solo se encuentran a través del olor de sus congéneres, indica EFE.
La mayoría de las feromonas de los insectos son moléculas olorosas que contienen dobles enlaces carbono-carbono y se sabe que el ozono los arruina fácilmente.
Los científicos ya sabían que contaminantes ambientales como el ozono y el óxido nítrico dañan los olores florales, haciendo que estas sean menos atractivas para sus polinizadores.
Para su trabajo, el equipo del Max Planck escogió como modelo la mosca del vinagre, "Drosophila melanogaster".
En los experimentos los machos fueron expuestos a concentraciones de ozono un poco elevadas, tras lo que se confirmó que los niveles de feromona disminuyeron en comparación al grupo control -expuesto solo al aire ambiente-.
Los investigadores además comprobaron el atractivo de las moscas macho para sus congéneres; se sabe que mientras sus feromonas atraen a las hembras, alejan a otros machos.
Y es que, durante el apareamiento, los machos transfieren estas sustancias químicas a las hembras y las hembras recién apareadas dejan de ser atractivas para otros machos durante las horas siguientes.
Los investigadores observaron que los niveles elevados de ozono no solo generaron que las hembras se sintieran menos atraídas por los machos, sino que los machos ozonizados resultaron interesantes para sus congéneres masculinos.
La mayoría de las feromonas de insectos contienen dobles enlaces carbono-carbono, por lo que se considera que el ozono se interpone en la comunicación sexual de muchas especies de insectos.
"Los insectos y sus feromonas han evolucionado a lo largo de millones de años. En cambio, la concentración de contaminantes atmosféricos únicamente ha aumentado drásticamente desde la industrialización", comenta Bill Hansson.
"Es poco probable que los sistemas de comunicación de los insectos sean capaces de adaptarse a las nuevas condiciones en poco tiempo si las feromonas dejan de existir de repente",
dice el investigador, para quien "la única solución a este dilema es reducir inmediatamente los contaminantes de la atmósfera".
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