Aerogel para hacer habitable Marte
Servirá para hacer zonas habitables en el planeta rojo.

Los científicos ahora proponen usar un material aislante llamado aerogel de sílice para hacer que parte de la superficie de Marte sea mejor para la vida de las plantas. No se trata de un proyecto de terraformación para todo el planeta ni nada parecido, pero quizás una capa de aerogel podría derretir más fácilmente el agua de las capas de hielo de Marte y hacer que una pequeña parte del planeta sea habitable por humanos o plantas a largo plazo.
“Lo bueno es que las otras formas que hemos pensado para terraformar un planeta quedan muy lejos”, dijo Laura Kerber, investigadora científica del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, a Gizmodo. En comparación con el resto de teorías científicas extremas planteadas, el aerogel de sílice es una tecnología más asequible y que ya existe.
Los seres humanos ya han demostrado que calentar planetas se les da de miedo por medio del efecto invernadero, que es cuando un material (dióxido de carbono, por ejemplo) absorbe la luz solar y luego la vuelve a irradiar, haciendo que el área que está por debajo suyo esté más caliente. Pero no es factible calentar un planeta entero de esta manera, puesto que los resultados que hemos obtenido han demostrado que no hay suficiente dióxido de carbono en Marte para terraformarlo con la tecnología que tenemos actualmente. Así que los investigadores se han centrado en averiguar cómo podrían calentar pequeñas partes de su superficie con el menor esfuerzo posible para crear, por ejemplo, un puesto de investigación sobre el planeta.
El aerogel de sílice induciría un efecto invernadero. Este material es principalmente aire atrapado en una red de dióxido de silicio. Gracias a sus propiedades, una capa de unos pocos centímetros de espesor puede dejar pasar la luz visible que una planta usaría para hacer la fotosíntesis, bloquearía la dañina radiación ultravioleta y calentaría el área que hay debajo.
El equipo construyó un sistema experimental que reflejaba un nivel de luz muy parecido al de Marte sobre el gel, y encontró que había una diferencia de más de 50 grados Celsius entre la parte de arriba y la de abajo. Por lo tanto, este material podría ser útil para elevar la temperatura del suelo en las regiones cercanas a los polos de Marte. Kerber propuso producir baldosas de este material que podrían ensamblarse en una estructura similar a la de un invernadero.
Bruce Jakosky, profesor de la Universidad de Colorado y que no participó en el estudio dijo que era una idea “inteligente” y “potencialmente interesante”. Explicó a Gizmodo que no se trata de una “terraformación”, como ya han dicho en algunos medios de comunicación. Los investigadores proponen calentar una región lo bastante como para derretir el hielo. El equipo explicó en un artículo de Nature Astronomy que aún existen otras limitaciones importantes para la vida que aun no saben como superar, como dar con la presión atmosférica adecuada. Además, Kerber señaló que el aerogel de sílice es bastante frágil y que deberían combinarlo con algún otro material.
Pero antes siquiera de pensar en transformar una parte de la superficie marciana para que sea habitable para los humanos, hay muchas otras cosas a tener en cuenta. El mero hecho de establecer una base en Marte ya plantea la pregunta de quién debería ir y por qué, y Marte podría tener vida propia en la actualidad, cuya búsqueda se podría complicar por la presencia de terrícolas (ya sea humanos, vegetales o microbianos). La propia Kerber señaló que terraformar el planeta destruiría el entorno “prístino” que los científicos quieren investigar.
Terraformar Marte sea probablemente una mala idea. “Es peligroso”, dijo Jakosky. “Da a entender que no tenemos que preocuparnos por mantener un ambiente estable aquí en la Tierra.”. Pero tal vez, construir una estructura más pequeña permitiría a los investigadores realizar experimentos sin todos esos problemas añadidos.
De todas formas, esta es una prueba preliminar, y un puesto avanzado en Marte es una realidad aun muy lejana. Por ahora, los investigadores esperan probar su material en entornos hostiles como la Antártida o Chile. Y a diferencia de la tecnología necesaria para terraformar un planeta entero, construir un invernadero no parece algo tan difícil. Con información de Gizmodo.
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