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Año Nuevo: ¿Por qué enero se siente como un nuevo comienzo? Según la Psicología

Cada inicio de año, las personas suelen hacer listas de propósitos, inician dietas, se inscriben a un taller o gimnasio.

 Año Nuevo: ¿Por qué enero se siente como un nuevo comienzo? Según la Psicología

Mexicali,B.C.-Cada inicio de año, las personas suelen hacer listas de propósitos, inician dietas, se inscriben a un taller o gimnasio y es el momento en el que deciden “cambiar su vida”. No es casualidad. Para la psicología, el Año Nuevo activa un poderoso fenómeno mental conocido como “efecto de inicio fresco”, que nos empuja a creer que podemos dejar atrás errores, malos momentos y comenzar una nueva versión de nosotros mismos.

De acuerdo con el portal www.diariouno.com.ar, en el primer día del año el cambio se siente en el aire. Cambio de calendario, nuevo mes, nuevo año, transiciones del descanso a nuestros eventos diarios; todo se percibe como una invitación a empezar de cero. Pero ¿qué tiene enero que resulta tan motivador?

Para la psicología, el cerebro necesita capítulos

Los seres humanos funcionamos de esta forma: organizamos nuestra vida en capítulos mentales, como años, cumpleaños, mudanzas, inicios de clases, lunes y, especialmente, el Año Nuevo. Esto nos marca simbólicamente e incluso de manera inconsciente un antes y un después.

Con su llegada sentimos que todo quedó atrás: fracasos y malos hábitos. Lo vemos como una nueva oportunidad y nos percibimos distintos a nuestro “yo del pasado”.

Según la psicología, esto aumenta la motivación y la disposición a tomar decisiones de cambio. Pues enero no tiene un efecto biológico especial; lo que cambia es su significado. Simboliza renovación, genera una sensación de control frente a la incertidumbre del nuevo año y permite reinterpretar los errores como aprendizaje y perdonarlos.

Entonces, ¿por qué enero se siente diferente? Es fácil.

El Año Nuevo se siente como un nuevo capítulo en la vida. La idea de cerrar el año anterior proporciona un punto final temporal natural que lo convierte en un buen momento para reflexionar y centrarse en lo que nos espera.

El primer mes del año es cuando más fijamos metas y pensamos en el futuro. Esto puede ser contagioso, lo que hace que sea más fácil y emocionante embarcarse en nuestras propias aspiraciones.

Tras las últimas tres semanas del año llenas de excesos e interrupciones en nuestras rutinas, enero se siente como una oportunidad para empezar de cero. Es momento de volver a la estructura, la concentración y la autodisciplina. Es un punto de partida. Empezar con el “pie derecho” se siente ordenado e importante. Este orden puede hacer que las metas parezcan más alcanzables que comenzar en una fecha arbitraria.

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