Cómo hacer que tu computadora sea más rápida: guía básica para mejorar su rendimiento
Esta guía reúne pasos prácticos basados en funciones integradas del sistema operativo y en recomendaciones técnicas de uso común.

La velocidad de una computadora suele disminuir con el paso del tiempo. El uso diario, la instalación de programas y la acumulación de archivos pueden afectar su desempeño, sin importar si se trata de una laptop o una PC de escritorio con Windows.
Esta guía reúne pasos prácticos basados en funciones integradas del sistema operativo y en recomendaciones técnicas de uso común. Su objetivo es ayudar a cualquier persona a entender por qué una computadora se vuelve lenta y qué puede hacer para optimizarla sin complicaciones.
Desinstalar aplicaciones que ya no se usan
Una de las formas más sencillas de liberar recursos es eliminar programas que quedaron instalados y ya no se necesitan. Algunos se ejecutan en segundo plano y consumen memoria RAM y procesador.
Para hacerlo, basta con ir a Configuración > Aplicaciones > Aplicaciones instaladas y desinstalar lo que ya no se utiliza, como barras de herramientas, juegos antiguos o programas preinstalados.

Controlar los programas que inician con Windows
El arranque puede tardar más si muchos programas se abren de manera automática. Se pueden revisar desde el Administrador de tareas, presionando Ctrl + Shift + Esc y entrando a la pestaña Inicio.Desactivar servicios como Spotify, juegos o plataformas de videollamadas reduce el tiempo de carga inicial.
Limpiar archivos temporales y basura
Windows acumula archivos temporales que ocupan espacio y pueden afectar el rendimiento.
Se pueden borrar siguiendo estos pasos:
- Presionar Win + R, escribir temp y eliminar todo el contenido.
- Repetir con %temp% y prefetch.
- Usar funciones como Liberador de espacio en disco o “Sensor de almacenamiento”.
Mantener Windows y los drivers actualizados
Las actualizaciones del sistema incluyen mejoras de seguridad, estabilidad y rendimiento.En Configuración > Windows Update es posible revisar si hay paquetes pendientes e instalarlos.

Revisar la presencia de virus o malware
El malware consume recursos del equipo y genera fallos. Desde Windows 10, Windows Defender permite realizar análisis completos sin instalar programas externos. Revisar el sistema de forma periódica ayuda a mantener su funcionamiento estable.
Cerrar aplicaciones pesadas y pestañas del navegador
Tener muchos programas abiertos al mismo tiempo puede hacer más lento el equipo, sobre todo si tiene poca RAM. Cerrar pestañas que no se usan en navegadores como Chrome o evitar mantener abiertos Zoom, Photoshop o videojuegos al mismo tiempo ayuda a liberar memoria y procesador.
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Cambiar a un disco SSD
Si la computadora aún utiliza un disco duro mecánico (HDD), cambiarlo por un SSD es la mejora con mayor impacto en el rendimiento. Un SSD puede hacer que el equipo funcione entre cinco y diez veces más rápido, desde el arranque hasta la apertura de programas.
Aumentar la memoria RAM
La cantidad de RAM influye directamente en la capacidad para ejecutar varias tareas. Las recomendaciones comunes son:
- 8 GB para tareas básicas.
- 16 GB para un uso fluido en la mayoría de actividades.
- 32 GB si se editan videos o se corre software pesado.
Reinstalar Windows como último recurso
Cuando el sistema está demasiado lento y ninguna de las medidas anteriores funciona, una instalación limpia puede ser la solución. Este proceso elimina virus, archivos duplicados, configuraciones dañadas y programas innecesarios. Tras reinstalar, la computadora suele recuperar su velocidad original.
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