Descubren tres nuevas especies de sapos africanos en Tanzania que dan a luz a sus crías
Científicos liderado por el Museo de Historia Natural de Dinamarca identificó tres nuevas especies de sapos arbóreos.

Cada descubrimiento en el campo de la biología siempre resulta sorprendente, pues los investigadores continúan encontrando nuevos datos e información relevante que permiten conocer más a fondo la vida de los animales y su función dentro de los ecosistemas.
Recientemente, en Tanzania, un grupo de científicos liderado por el Museo de Historia Natural de Dinamarca identificó tres nuevas especies de sapos arbóreos, los cuales permanecieron ocultos en las montañas de ese país por más de un siglo. Durante las investigaciones, se descubrió que una de las hembras podía albergar hasta 100 crías.
Estos anfibios pertenecen al género Nectophrynoides viviparus, caracterizado por una peculiaridad: no ponen huevos ni pasan por la fase de renacuajo. En su lugar, las hembras dan a luz directamente a crías vivas, un mecanismo de reproducción extremadamente raro en el mundo animal.
El estudio fue publicado en la revista científica Vertebrate Zoology y consiste en una exhaustiva investigación genética y morfológica sobre el complejo de especies Nectophrynoides viviparus, un grupo de sapos vivíparos que habita exclusivamente en ciertas regiones montañosas de Tanzania.
De acuerdo con la revista Muy Interesante, los expertos creían que esta especie de anfibios estaba ampliamente distribuida. Sin embargo, durante el análisis de ADN —incluso de ejemplares conservados en museos desde hace más de 100 años—, se descubrió que en realidad se trataba de un conjunto de especies crípticas, cada una con características únicas, hábitats muy restringidos y formas de vida extraordinarias.
Las nuevas especies fueron bautizadas como Nectophrynoides luhomeroensis, Nectophrynoides uhehe y Nectophrynoides saliensis, todas localizadas en pequeñas y aisladas regiones de las montañas Udzungwa y Mahenge.
¿Cómo logran dar a luz directamente estos anfibios?
Como se mencionó anteriormente, el género Nectophrynoides presenta una rareza biológica: en lugar de poner huevos que luego se transforman en renacuajos, las hembras gestan a sus crías en el interior de su cuerpo y las alumbran completamente formadas. Este tipo de reproducción solo ocurre en menos del 1% de las aproximadamente 8,000 especies de ranas y sapos conocidas en el planeta.
En una de las hembras analizadas para este estudio se encontraron más de 100 embriones desarrollándose dentro de su cuerpo, una cifra sorprendente que plantea nuevas preguntas sobre cómo estos pequeños vertebrados logran sostener una carga reproductiva tan grande sin comprometer su movilidad o supervivencia.
Finalmente, el hallazgo de estas tres especies N. luhomeroensis, N. uhehe y N. saliensis, no solo aumenta el número de sapos vivíparos conocidos en el mundo (que ahora ascienden a 20, de los cuales 16 pertenecen al género Nectophrynoides), sino que también resalta la importancia de los descubrimientos científicos, que amplían nuestro conocimiento sobre la biodiversidad y la evolución de la vida en la Tierra.
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