Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Tecnología / Nueva Luna

¡La Tierra tiene un nuevo compañero cósmico!

Una roca de 19 metros gira en sincronía con la Tierra, recordándonos que nuestro espacio cercano está lleno de sorpresas.

¡La Tierra tiene un nuevo compañero cósmico!

Recientemente se descubrió que nuestro planeta no está solo en su órbita alrededor del Sol. El asteroide 2025 PN7, descubierto el 2 de agosto de 2025 por el observatorio Pan-STARRS en Hawái, se ha identificado como una quasi-luna: un objeto que no orbita directamente la Tierra, sino que mantiene una resonancia 1:1 con nuestro planeta, completando su vuelta alrededor del Sol al mismo tiempo que la Tierra. Esta sincronía crea la ilusión de que 2025 PN7 nos rodea constantemente, aunque en realidad sigue orbitando el Sol.

El tamaño del asteroide es pequeño, de unos 19 metros de diámetro, y es extremadamente tenue. Se cree que ha acompañado a la Tierra durante aproximadamente 60 años y continuará en esta danza orbital por otros 60, completando un ciclo total de casi 128 años. Su punto de mayor cercanía es de unos 4 millones de kilómetros, más de diez veces la distancia a nuestra Luna, por lo que no representa ninguna amenaza. Además, su órbita es inestable, y eventualmente podría transformarse en una “órbita de herradura”, mostrando la naturaleza dinámica de estos objetos.

La recién descubierta cuasi-luna 2025 PN7 comparte una órbita similar a la de la Tierra. Sin embargo, desde la perspectiva terrestre, parece orbitarnos. Foto: NASA/JPL.

2025 PN7 no es único. Forma parte de un grupo de asteroides llamado los Arjunas, que constituyen un cinturón secundario de asteroides en la región de la órbita terrestre. Algunos de estos objetos pueden convertirse en mini-lunas temporales, que son capturadas por la gravedad de la Tierra durante períodos cortos y orbitan nuestro planeta, a diferencia de las quasi-lunas, que nunca quedan realmente ligadas. Un ejemplo es el asteroide Arjuna 2024 PT5, que fue capturado brevemente y representó un riesgo de impacto mínimo, destacando la importancia de monitorear estos cuerpos cercanos.

La historia de estos objetos comenzó con el descubrimiento del asteroide 1991 VG, cuya órbita tan similar a la de la Tierra llevó a algunos a especular que podría ser una sonda alienígena. Sin embargo, con nuevos hallazgos, quedó claro que estos cuerpos son naturales y forman una clase única de asteroides que comparte nuestra órbita.

El descubrimiento de 2025 PN7 demuestra que el espacio cercano a la Tierra es mucho más concurrido y dinámico de lo que se pensaba, lleno de compañeros temporales que van y vienen en escalas de décadas o siglos. Además, estos hallazgos no solo son curiosidades científicas, ayudan a mejorar los sistemas de monitoreo de objetos cercanos a la Tierra, preparándonos para detectar cualquier amenaza potencial en el futuro. Este descubrimiento nos deja con una fascinante pregunta: ¿Cuántos otros compañeros cósmicos aún están esperando a ser descubiertos en nuestra órbita?

---

Con información de Techstock, Phys.org, Universe Today y EarthSky.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados