El “Big Two”: la amenaza sísmica que podría superar al temido “Big One”
Científicos advierten que el temido “Big One” podría quedarse corto ante un doble terremoto capaz de devastar todo el oeste de Estados Unidos.
Durante años, la costa oeste de Estados Unidos ha vivido con el temor del “Big One”, un terremoto catastrófico considerado inevitable. Sin embargo, una nueva investigación de la Universidad Estatal de Oregón plantea que este escenario podría quedarse corto: la verdadera amenaza sería un doble terremoto, un fenómeno en el que dos fallas colosales podrían activarse casi al mismo tiempo, multiplicando el desastre.
El estudio, dirigido por el paleosismólogo Chris Goldfinger, descubrió una posible conexión entre la zona de subducción de Cascadia y la falla de San Andrés norte, un punto donde un megasismo de magnitud 9 podría detonar otro de hasta 7.9. Este vínculo geológico se ubica en la llamada Triple Unión de Mendocino, al norte de California, donde las placas tectónicas interactúan de manera compleja.
De manera curiosa, el hallazgo surgió por accidente: un error en la navegación llevó al equipo de investigación a una ubicación distinta, donde tomaron muestras de sedimentos marinos. En ellas hallaron capas invertidas de lodo y arena, evidencia de deslizamientos submarinos causados por dos terremotos consecutivos. Este patrón, repetido en 18 ocasiones a lo largo de 3,000 años, sugiere que Cascadia y San Andrés han “temblado juntas” más veces de las que se creía.
El último evento sincronizado habría ocurrido alrededor del año 1700, cuando un sismo de magnitud 9 en Cascadia provocó un tsunami que cruzó el Pacífico y golpeó Japón, seguido por un potente movimiento en el norte de San Andrés.
Las implicaciones de que ambos sistemas sísmicos vuelvan a activarse casi simultáneamente son estremecedoras. Ciudades como San Francisco, Portland, Seattle y Vancouver podrían verse afectadas al mismo tiempo, dejando a Estados Unidos sin capacidad suficiente para responder a una emergencia de esa magnitud.
Goldfinger advierte que la región no está preparada para enfrentar un escenario así. Las infraestructuras, los planes de emergencia y la coordinación intergubernamental se basan en la idea de un solo gran terremoto, no en una catástrofe en cascada. Por ello, el estudio llama a replantear la preparación sísmica a nivel nacional e internacional, considerando que el “Big One” podría, en realidad, ser el inicio de algo mucho peor: el “Big Two”.
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Con información de Oregon State University, IFL Science, ABC7 Los Angeles, The Guardian y The Independent.