“No somos la policía moral del mundo”: Sam Altman, CEO de OpenAI, defiende las conversaciones “eróticas” en ChatGPT y promete más libertad para adultos

ESTADOS UNIDOS.- ChatGPT podría entrar en una nueva etapa. Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, anunció que la compañía permitirá conversaciones “eróticas para adultos verificados”, tras años de mantener una política de restricción hacia cualquier contenido sexual.

El empresario explicó que la medida busca ofrecer “más libertad de usuario para adultos”, comparando la regulación con la clasificación de películas.

De la misma manera que la sociedad diferencia otros límites apropiados (películas con clasificación R, por ejemplo), queremos hacer algo similar aquí”, escribió Altman en X.

Altman añadió que OpenAI “no es la policía moral elegida del mundo”, pero establecerá límites claros para adolescentes.

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¿Por qué ahora ChatGPT abrirá espacio al contenido erótico?

El cambio ocurre después de tres años en que OpenAI prohibió casi por completo el contenido para adultos. La empresa busca diversificar sus ingresos, ya que sus suscripciones actuales se enfocan en usos profesionales y no generan suficientes beneficios.

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De acuerdo con la académica Zilan Qian, del Laboratorio de Políticas de China en la Universidad de Oxford, “en realidad no ganan mucho con las suscripciones, por lo que tener contenido erótico les traerá dinero rápido”.

Según una investigación publicada por Qian, existen 29 millones de usuarios activos de chatbots diseñados específicamente para vínculos románticos o sexuales. Este mercado representa un potencial atractivo para empresas tecnológicas que, como OpenAI, buscan nuevas fuentes de ingresos.

Los riesgos: IA erótica, abusos y demandas

El auge de la IA sexualizada ya ha generado polémicas y problemas legales. Qian advirtió que la expansión de esta tecnología “podría afectar las relaciones del mundo real”, sobre todo cuando los chatbots “ya propensos a la adulación” estén disponibles 24 horas con contenido explícito.

Casos recientes han expuesto los peligros de su mal uso:

• Character.AI enfrenta una demanda por un chatbot que habría mantenido una relación abusiva con un menor de 14 años.
• OpenAI también fue demandada por la familia de un joven de 16 años que se suicidó tras usar ChatGPT.

Estas situaciones han reavivado el debate sobre la necesidad de controles éticos en la inteligencia artificial.

La competencia: Musk, Nomi y Civitai

Altman no es el único interesado en esta industria. Elon Musk presentó recientemente un personaje animado de inteligencia artificial en su red social X, con el que los usuarios pueden coquetear mediante suscripciones pagadas.

Por su parte, la empresa Nomi.ai, con sede en Baltimore, ofrece chatbots de compañía “estrictamente para mayores de 18 años”. Su fundador, Alex Cardinell, declaró que las interacciones pueden volverse románticas “dependiendo de dónde se pierde la dimensión humana en la vida del usuario”.

Otro ejemplo es Civitai, una startup de Idaho que permitió contenido adulto en su plataforma de arte generado con IA. Su cofundador, Justin Maier, explicó:

Lo permitimos desde el principio y siempre hemos tenido esta especie de batalla para mantener la información filtrada y segura. Queríamos, en última instancia, darle al usuario el control para decidir qué ver en el sitio”.

Sin embargo, la empresa tuvo que restringir las imágenes “deepfake” de personas reales tras presiones legales y financieras.

El amor entre humanos y máquinas, un debate antiguo

El fenómeno no es nuevo. Desde la leyenda de Pigmalión hasta películas modernas como Her, la atracción entre humanos y máquinas ha sido un tema recurrente.

Altman reconoció en agosto que OpenAI ha intentado resistir la tentación de lanzar productos que impulsen los ingresos a costa de su misión original. Cuando le pidieron un ejemplo, bromeó: “Bueno, todavía no hemos incluido un avatar de sexbot en ChatGPT”.

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Ahora, con el anuncio de diciembre, parece dispuesto a cruzar esa línea bajo una justificación: libertad para adultos con responsabilidad digital.

¿Qué papel juegan las leyes?

El anuncio se dio un día después de que el gobernador de California, Gavin Newsom, vetara una ley que habría prohibido a las empresas ofrecer chatbots de IA a menores si era probable que participaran en interacciones sexuales o los incitaran a autolesionarse.

La industria tecnológica presionó contra la medida, argumentando que era demasiado amplia. Aun así, compañías como OpenAI y Meta comenzaron a implementar controles parentales y restricciones de edad para proteger a los adolescentes.

No obstante, con las versiones actuales de ChatGPT que ya integran chat de voz, Altman insinuó que en el futuro podría haber una experiencia más completa, combinando texto, voz e imagen.

Expertos consideran que esto podría convertir al chatbot no solo en una herramienta de productividad, sino también en un acompañante emocional o sentimental, un cambio que redefine el papel de la inteligencia artificial en la vida cotidiana.

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