Persiguiendo a un visitante interestelar: Cómo 3I/Atlas es visto desde misiones en Marte y más allá
Un esfuerzo científico sin precedentes donde misiones en Marte y observatorios espaciales unen fuerzas para estudiar el cometa 3I/ATLAS, un visitante interestelar que oculta sus secretos tras el Sol.
En octubre de 2025, la comunidad científica mundial vive un momento único: la observación del cometa 3I/ATLAS, un visitante interestelar proveniente de otro sistema estelar, que viaja a más de 219,000 km/h. Este objeto no solo es raro —es apenas el tercer cuerpo interestelar confirmado— sino que además ofrece una ventana directa a la composición de planetas y sistemas solares distintos al nuestro.
El estudio del cometa plantea un gran desafío: desde la Tierra, 3I/ATLAS desaparecerá temporalmente detrás del Sol, justo cuando está más activo. En ese momento, el calor solar provoca la sublimación de sus hielos, liberando gas y polvo que contienen información única sobre su origen. Para superar este “apagón” observacional, la comunidad científica recurrió a un recurso extraordinario: Misiones espaciales situadas en otros planetas y órbitas, que ofrecen una perspectiva diferente y libre de las limitaciones terrestres.
Misiones en Marte: Un asiento privilegiado
Las naves que exploran Marte —como los rovers Perseverance y Curiosity, así como los orbitadores Mars Express y ExoMars Trace Gas Orbiter— fueron reorientadas para observar el cometa. Desde la superficie y órbita marciana, estas misiones pudieron capturar imágenes y datos durante el período en que el cometa estaba oculto desde la Tierra.
- Perseverance detectó señales débiles del cometa con su Mastcam-Z, mientras que Curiosity también contribuyó con observaciones.
- Mars Express y ExoMars TGO, usando espectrómetros y cámaras especializadas, analizaron la composición química del cometa y su emisión de gases.
- Mars Reconnaissance Orbiter realizó capturas detalladas de su núcleo y cola.
Esta coordinación marciana demostró que nuestras sondas planetarias no solo estudian mundos distantes, sino que pueden convertirse en observatorios móviles para fenómenos astronómicos transitorios.
Más allá de Marte: Observatorios en el espacio profundo
La vigilancia de 3I/ATLAS también se extendió a otras plataformas:
- Telescopios espaciales como Hubble y James Webb capturaron imágenes y espectros antes de que el cometa desapareciera detrás del Sol.
- La misión JUICE de la ESA, en ruta hacia Júpiter, observó el cometa durante su perihelio, un momento crítico en el que la actividad del cometa es máxima. Este esfuerzo ofreció datos sin precedentes sobre la composición química y dinámica del visitante interestelar.
Un esfuerzo global por descubrir los secretos interestelares
La campaña de observación de 3I/ATLAS no solo busca imágenes impresionantes, sino responder preguntas fundamentales:
- ¿Qué materiales componen cometas de otros sistemas solares?
- ¿Son similares o diferentes a los cometas de nuestro propio sistema solar?
- ¿Podrían contener ingredientes exóticos desconocidos para la ciencia terrestre?
En esencia, el cometa actúa como una cápsula del tiempo interestelar, transportando información directa sobre la formación planetaria en otros rincones de la galaxia.
Cabe destacar que la NASA actualizó su página oficial, donde ahora se puede ver una herramienta de seguimiento del cometa.
En resumen, la observación de 3I/ATLAS es un ejemplo brillante de la colaboración internacional y de la versatilidad de nuestras misiones espaciales. Naves enviadas a Marte, orbitadores de otros planetas y telescopios avanzados se unieron para aprovechar una oportunidad científica única. Este trabajo conjunto no solo amplía nuestro conocimiento del universo, sino que también subraya que la exploración planetaria puede abrir ventanas hacia fenómenos cósmicos inesperados.