Silent Hill f: el horror florece en Japón
La legendaria saga de horror está de regreso para convertir los entornos más hermosos en la locación de tus peores pesadillas.

Lo más difícil para una saga legendaria, es reinventarse, sobre todo después de haber estado fuera de los reflectores por mucho tiempo.
El caso de Silent Hill es complejo, pues, a pesar de haber estado en la congeladora por más de una década, nunca ha dejado de estar vigente en la mente de los gamers ni en la cultura popular.
Ahora, con Silent Hill f, la franquicia gana más vida que nunca y marca en grande el regreso de Konami.
El mítico publisher japonés ha echado a andar su maquinaria poco a poco y después de algunas colecciones, juegos pequeños, remasters y remakes, tienen ahora, en Silent Hill f, un digno portador de su legado.
Desarrollado por NeoBards Entertainment, este spin-off nos transporta a 1960, al pueblo ficticio de Ebisugaoka, en Japón, donde la joven Hinako Shimizu debe enfrentar un entorno tan bello como aterrador.
La neblina, los acertijos y las criaturas grotescas regresan, pero con un giro, esta vez el miedo se encuentra en la delicadeza de las flores rojas que consumen todo a su paso.

Silent Hill f marca un cambio de rumbo. Tras años en los que la serie se había volcado hacia lo occidental, ahora nos sumerge en el horror japonés, explorando la idea de hallar el horror en la belleza, algo que la espectacular atmósfera del juego deja claro desde el comienzo.
Un prólogo familiar da paso a un montaje excepcional, acompañado de música que fusiona lo tradicional con lo fúnebre, con toques de la música de Silent Hill 2, preparando el terreno para una experiencia inquietante.
El combate es similar, pero más rápido que el de Silent Hill 2 Remake. El movimiento de Hinako es ágil en comparación con el de James, incluso en acciones simples, como correr, la protagonista se siente más ligera.
Mejoras
Además, para añadir un toque realista los enfrentamientos, se implementa una barra de estamina que se consume al atacar, esquivar o correr. También es posible escapar de los enemigos en el pueblo, quienes dejan de perseguirte si logras alejarte lo suficiente y pierden tu rastro.
Otra novedad es la barra de cordura, que permite ralentizar el tiempo y ejecutar un golpe crítico. Estos elementos dan al combate una mayor profundidad en comparación con entregas anteriores. Sin embargo, es necesario administrar las armas, ya que tienen durabilidad, y en ocasiones será mejor evitar la pelea que enfrentar a todo enemigo que aparezca en el camino.
Además del combate, se mantienen los puzzles como el elemento clave de la franquicia, que vuelven a ser exigentes pero satisfactorios al completarlos. También puedes modificar la dificultad antes de comenzar la partida y ajustar todo a tu gusto. Así, es posible incrementar solo la dificultad de los puzzles para hacerlos más desafiantes, o bien, enfocarse en un combate más demandante.
El diario de Hinako es una pieza clave, tanto en lo narrativo como en lo mecánico, y acompaña al jugador registrando personajes, pistas y progresos. Esto refuerza la sensación de estar desenredando en carne propia el misterio que envuelve al pueblo de Ebisugaoka.

Lentitud
Los puntos de guardado están representados por pequeños santuarios, que también aceptan ofrendas de objetos recolectados durante la travesía, a cambio, te recompensan con fe, recurso que puede acumularse para obtener accesorios que otorgan ventajas en la jugabilidad.
Algo que impide que Silent Hill f sea perfecto, es la mecánica de la barra de estamina, que se siente más como un elemento arbitrario para frenarte, que como una parte fundamental del sistema de combate.
Además, en ciertos momentos los movimientos de Hinako olvidan la fluidez, para convertirse en los típicos momentos de juego de horror, en los que debes esperar lo que parece ser una eternidad para simplemente darte la vuelta.
Belleza y horror
El apartado audiovisual, como dicta la tradición de la franquicia, es uno de los elementos más destacados. Pero Silent Hill f sorprende, los rostros transmiten emociones acordes a los diálogos de la historia, los monstruos generan repulsión y los escenarios convierten lo hermoso en aterrador, un sello perfecto para este nuevo enfoque de la saga, todo se ve excelente, incluso corriendo el juego en modo rendimiento.
El sonido ambiental, como crujidos, viento, agua goteando y coros fúnebres, transmite una incomodidad constante. Y en combate, la música cambia, los tambores se imponen y los rugidos de los monstruos resultan espeluznantes.

VEREDICTO: 9
Con múltiples finales, acertijos retadores y un combate que equilibra acción con estrategia, Silent Hill f logra ser tanto un homenaje como una reinvención. Los fanáticos pueden estar tranquilos: la esencia de la saga sigue intacta, pero ahora florece en un contexto distinto.
El resultado es un juego de horror de supervivencia inquietante, envolvente y visualmente perturbador, que no solo está a la altura de su legado, sino que lo expande hacia territorios inéditos.
Con información de Sergio Torres.
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