¿Las plantas tienen sensibilidad? Descubre lo que dice la ciencia
¿Alguna vez te has preguntado si el mundo vegetal posee la sensibilidad suficiente para sentir dolor o alguna otra sensación similar a la de los animales?

Sabemos que las plantas son seres vivos, ya que, al igual que otros organismos, nacen, crecen, se alimentan, se reproducen y mueren. Se caracterizan por ser autótrofas, pues fabrican su propio alimento a través de la fotosíntesis.
¿Alguna vez te has preguntado, después de arrancar una flor: “¿Estaré dañando esta planta?” O al recoger una fruta del árbol, podar o cosechar verduras, ¿si el mundo vegetal tiene la sensibilidad suficiente para sentir dolor o alguna otra sensación similar a la de los animales?
De acuerdo con la revista National Geographic, las plantas cuentan con sistemas sensoriales complejos que les permiten responder a peligros u otros cambios en su entorno. Así lo han demostrado estudios de la Universidad de Melbourne, en Australia.
El artículo explica que los sistemas sensoriales de las plantas son muy distintos a los de los animales. Según la Enciclopedia Británica, como las plantas no poseen receptores del dolor, nervios ni cerebro, no sienten de la misma forma en que los seres humanos entendemos este acto. Entonces, ¿cómo perciben su entorno las plantas? A continuación, te contamos lo que algunos científicos han descubierto sobre este misterio.
Investigadores han comenzado a realizar estudios para reconocer las capacidades de sensibilidad de las plantas, y ya se sabe que experimentan una amplia variedad de estímulos. Pueden, por ejemplo, abrir o cerrar sus hojas o flores para protegerse de un ataque o esperar la llegada de la lluvia.
El Dr. Kim Johnson, investigador de la Facultad de Biociencias de la Universidad de Melbourne, quien estudia el mundo sensorial de las plantas para un artículo de National Geographic, explica:
“Las plantas están constantemente sometidas a estrés ambiental. La manera en que responden al estrés físico es cambiando de forma. Si una planta enfrenta fuertes vientos, modifica su estructura para resistirlos mejor. Si las raíces encuentran una piedra, crecen alrededor de ella, porque las plantas perciben lo que las rodea”, afirma Johnson.
La sensibilidad de las plantas radica en su “piel”. La epidermis vegetal cumple una función similar a la de muchos animales: protege la estructura interna y ayuda a prevenir la pérdida de agua. Además, es el lugar ideal para captar tensiones ambientales, concluye el investigador australiano.
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