El futuro de la piel está aquí: “injertos en 3D” con células vivas
La innovadora técnica, probada en ratones, promete revolucionar el tratamiento de quemaduras graves y heridas complejas
Linköping, Suecia.– Un equipo del Centro Sueco de Medicina de Desastres y Traumatología, en colaboración con la Universidad de Linköping, ha desarrollado un gel con células vivas que puede aplicarse con jeringa o imprimirse en 3D para crear injertos de piel funcionales.
El avance, bautizado como “piel en una jeringa”, fue probado con éxito en ratones, donde las células sobrevivieron, favorecieron la formación de dermis y estimularon el crecimiento de vasos sanguíneos, un paso clave para que los tejidos trasplantados puedan sobrevivir y regenerarse.
Una alternativa a los trasplantes tradicionales
Regularmente, los tratamientos para quemaduras graves suelen centrarse en trasplantar solo la epidermis, la capa más externa de la piel. Aunque esto cubre la herida, a menudo deja cicatrices severas. En cambio, la dermis —la capa más profunda y compleja que contiene vasos sanguíneos, nervios y folículos— rara vez puede trasplantarse, ya que dejaría una herida donante tan grande como la original.
“El reto es que la dermis es demasiado complicada para reproducirla en un laboratorio. Por eso pensamos que, si trasplantamos los bloques de construcción, el propio cuerpo podría generar la dermis”, explicó Johan Junker, líder del proyecto y docente de cirugía plástica en la Universidad de Linköping.
Innovación en bioimpresión
Para lograrlo, los investigadores cultivaron fibroblastos, las células más comunes de la dermis, sobre diminutas esferas de gelatina porosa, un material similar al colágeno natural de la piel. Después las mezclaron con un gel de ácido hialurónico que, gracias a la llamada “química click”, se transforma en una sustancia que puede aplicarse con una jeringa y que recupera su consistencia al contacto con la herida.
“El gel tiene la particularidad de volverse líquido con una ligera presión y volver a ser sólido al aplicarse. Esto no solo permite inyectarlo, sino también hacerlo compatible con la impresión 3D”, detalló Daniel Aili, profesor de física molecular y colíder del estudio.
Hacia la medicina del futuro
La creación de vasos sanguíneos es uno de los mayores desafíos en los tejidos bioimpresos. Para enfrentarlo, el mismo grupo de investigación trabaja en hilos de hidrogel compuestos en un 98% de agua, que pueden convertirse en tubos microscópicos para transportar fluidos o hacer crecer células de vasos sanguíneos. Estos “canales perfundibles” podrían abrir la puerta a órganos y tejidos más complejos cultivados en laboratorio.
El desarrollo forma parte de un creciente interés mundial en la bioimpresión de piel. Desde consorcios europeos que emplean plasma frío para tratar quemaduras, hasta experimentos en la Estación Espacial Internacional, donde astronautas han fabricado vendajes con sus propias células, la medicina regenerativa se perfila como una de las fronteras más prometedoras de la ciencia.
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Con información de 3dprintingindustry.