La NASA descubre posible evidencia de vida microbiana en Marte

En el campo de la ciencia, el espacio siempre ha despertado el interés por investigar la existencia de vida en otros planetas o la posibilidad de que alguno pueda llegar a albergarla en algún momento, bajo condiciones similares a las de la Tierra. Estas investigaciones han estado a cargo, en gran parte, de la NASA.

De acuerdo con el portal FayerWayer, la NASA ha descubierto la evidencia más convincente hasta ahora sobre la posible existencia de vida microscópica en Marte.

Todo comenzó con el rover Perseverance, que ha estado explorando el cráter Jezero en su misión de detectar indicios de vida pasada. Utilizando su avanzado instrumento PIXL (Planetary Instrument for X-ray Lithochemistry), el vehículo detectó enigmáticos “halos oscuros” incrustados en una roca, una formación nunca antes observada.

Tecnología

El satélite Sentinel-6B pronto comenzará los preparativos finales para su lanzamiento a finales de este año

Por otra parte, los estudios realizados por la NASA indican que estos halos contienen hierro y fosfato, dos componentes fundamentales para la vida en la Tierra. Lo más llamativo es que este tipo de estructuras, en nuestro planeta, están asociadas con la presencia de microorganismos que obtienen energía alimentándose de las rocas.

Aunque este hallazgo aún no constituye una prueba concluyente, se ubica en un nivel elevado dentro de la escala CoLD (Confidence of Life Detection), una herramienta que la NASA utiliza para evaluar el grado de certeza en descubrimientos relacionados con vida extraterrestre.

Un avance histórico para la humanidad

Los científicos han sido prudentes al referirse directamente a la palabra “vida”, pero reconocen que este descubrimiento representa un avance de gran relevancia.

La NASA ha sugerido que las condiciones para que existiera vida en Marte, en algún momento remoto, eran mucho más favorables de lo que se creía. La presencia de estos compuestos químicos y la particular forma de los halos constituyen la evidencia más sólida hasta ahora de que pudo haber existido vida microbiana en el planeta vecino.

El siguiente paso consistirá en traer muestras de esas rocas a la Tierra mediante futuras misiones de la NASA. El análisis directo de estos materiales en laboratorios terrestres permitirá verificar si dichas formaciones tienen un origen biológico. Sea cual sea el resultado, marcará un antes y un después en la historia de la ciencia y en nuestra forma de comprender el universo y nuestro papel dentro de él.