Profeco alerta sobre la basura electrónica y da consejos para reducirla
Reducirla no solo implica cuidar al planeta, sino también proteger la salud y el bolsillo de los consumidores.

CIUDAD DE MÉXICO.- El desarrollo tecnológico ha facilitado la vida diaria en aspectos laborales, domésticos, de comunicación y entretenimiento. Sin embargo, la obsolescencia programada —la fabricación de dispositivos con una vida útil limitada— ha provocado un aumento alarmante de la basura electrónica, con graves consecuencias para el medio ambiente, la economía y la salud de las personas.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), México genera alrededor de 1.2 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos al año, lo que equivale a llenar cuatro veces el Estadio Azteca con estos residuos.
Consecuencias de la basura electrónica
Según la Profeco, este tipo de contaminación tecnológica:
- Libera sustancias tóxicas que contaminan suelo, agua y aire.
- Obliga a un consumo constante de productos nuevos, aumentando la contaminación.
- Agota recursos naturales no renovables.
- Acentúa el cambio climático.
- Puede ocasionar cáncer y enfermedades respiratorias en las personas expuestas.
Consejos de Profeco para disminuir los desechos electrónicos
En la edición de septiembre 2025 de la Revista del Consumidor, la dependencia propone varias recomendaciones prácticas:
- Consumo responsable: evita comprar aparatos que no necesitas.
- Reparación: repara dispositivos antes de reemplazarlos.
- Compras inteligentes: adquiere productos de larga vida útil o reacondicionados.
- Reciclaje: dona baterías, celulares y televisores a campañas de reciclaje.
- Comercio: vende tus equipos aún funcionales en tiendas de segunda mano.
Tipos de obsolescencia programada
La Profeco también clasifica cómo los dispositivos se vuelven desechables de manera anticipada:
- Física: piezas diseñadas para fallar pronto.
- Estética: productos que parecen anticuados rápidamente.
- Funcional: dispositivos que ya no son compatibles con nuevas tecnologías.
- Indirecta: aparatos que dejan de funcionar y no se reparan.
- Percibida: consumidores que reemplazan aparatos funcionales por moda o marketing.
La Profeco subraya que la basura electrónica es un reto ambiental, económico y social. Reducirla no solo implica cuidar al planeta, sino también proteger la salud y el bolsillo de los consumidores.
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