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De la nube al enchufe: la innovación que convierte la lluvia en electricidad

Prototipos urbanos y paneles híbridos prometen aprovechar las gotas para iluminar ciudades y comunidades sin acceso a la red eléctrica.

¿Y si cada gota de agua que cae del cielo pudiera generar electricidad? Investigadores en Singapur han dado un paso clave hacia esa posibilidad con una tecnología basada en el “flujo segmentado”. Este principio aprovecha la energía cinética de las gotas de lluvia dentro de tubos delgados donde el agua y el aire se alternan. Al chocar con las paredes internas, se produce una separación de cargas que los electrodos recogen como electricidad.

Los primeros prototipos ya lograron encender hasta una docena de focos LED. Su diseño modular y compacto permite instalarlos en canalones, tejados o fachadas, transformando infraestructuras comunes en fuentes limpias de energía. A diferencia de las minicentrales hidroeléctricas, no requieren corrientes continuas: basta la lluvia, lo que los hace prácticos tanto en ciudades densamente pobladas como en comunidades rurales con lluvias frecuentes.

En paralelo, la Universidad de Tsinghua en China trabaja en recubrimientos triboeléctricos para paneles solares. Estos materiales transparentes no afectan la captación de luz, pero generan pequeñas descargas eléctricas cuando las gotas impactan sobre su superficie. Así nacen los paneles híbridos: capaces de producir energía tanto con sol como con lluvia, además de limpiarse de polvo de manera más eficiente.

El gran reto es trasladar los avances de laboratorio a escenarios reales, donde el volumen y la intensidad de las lluvias varían. La durabilidad de los materiales frente a la humedad, el calor y la acumulación de residuos será clave. También se estudian configuraciones como los “bridge arrays”, que permiten conectar múltiples módulos sin pérdidas de energía.

Más allá de la eficiencia, el potencial social y urbano es enorme. Estas microcentrales de lluvia podrían alimentar luces LED en marquesinas, sensores ambientales, estaciones de carga o equipos agrícolas en zonas remotas. Una solución sencilla y escalable que abre nuevas formas de aprovechar la energía de un recurso tan cotidiano como la lluvia.

Con información de Euronews.

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