La nitisinona hace tu sangre tóxica para mosquitos: posible arma contra la malaria
Cada año, la malaria infecta a cientos de millones de personas y cobra la vida de cientos de miles.
Cada año, la malaria infecta a cientos de millones de personas y cobra la vida de cientos de miles. Ahora, un avance inesperado podría cambiar las reglas del juego: la sangre humana medicada con nitisinona, un fármaco usado para enfermedades genéticas raras, podría convertirse en un arma contra los mosquitos transmisores.
Investigadores han descubierto que este medicamento, que ya cuenta con la aprobación de la FDA, resulta mortal para los mosquitos del género Anopheles cuando estos se alimentan de personas que lo han ingerido. La investigación, publicada en Science Translational Medicine, revela que la nitisinona es segura para los humanos y letal para los insectos en menos de un día.
Una idea reciclada, pero mejorada
La noción de convertir la sangre humana en un cóctel tóxico para mosquitos no es nueva. Antes se intentó con la ivermectina, un antiparasitario ampliamente utilizado, pero sus efectos han sido limitados y preocupan sus posibles impactos ecológicos y la creciente resistencia. En cambio, la nitisinona ofrece un perfil más prometedor: mayor duración en sangre, menos problemas ambientales y eficacia incluso en mosquitos resistentes.
De terapia genética a insecticida sistémico
Originalmente desarrollada para tratar trastornos metabólicos raros como la tirosinemia tipo 1 y la alcaptonuria, la nitisinona mostró efectos inesperados en la lucha contra vectores de enfermedades. Investigadores de la Universidad de Notre Dame observaron que los mosquitos morían tras picar a pacientes bajo tratamiento con este fármaco.
El mecanismo detrás de este efecto letal radica en que la nitisinona bloquea una enzima clave en el metabolismo de la tirosina, un proceso fundamental para que los mosquitos digieran la sangre. Al impedir esta digestión, se generan compuestos tóxicos que matan al insecto en pocas horas.
Una duración prolongada y eficacia superior
A diferencia de la ivermectina, que mantiene niveles activos durante unos 10 días, la nitisinona permanece en el organismo a niveles letales para mosquitos por hasta 16 días. Aunque requiere dosis algo más altas, su mayor persistencia compensa ampliamente esta diferencia.
Además, se observó un impacto especialmente fuerte en los mosquitos más longevos, que son precisamente los que tienen más probabilidades de propagar la malaria. Incluso cepas de Anopheles gambiae resistentes a insecticidas comunes, como la cepa Tiassalé, fueron igualmente vulnerables, indica Xataka.
Accesible, segura y con múltiples aplicaciones
Según información citada por DW, incluso dosis mínimas como las usadas en terapias contra la alcaptonuria (2 mg diarios) bastan para convertir la sangre en una trampa mortal para los insectos. El fármaco no mostró toxicidad significativa en humanos y podría administrarse no solo en comprimidos, sino también como aerosol o spray, ampliando sus aplicaciones en el control de plagas.
El interés en esta nueva vía de control vectorial ha crecido rápidamente. Además de ayudar a contener la malaria en campañas de salud pública, podría beneficiar a los propios pacientes que dependen de este tratamiento, al aumentar la producción y reducir costos.
Un refuerzo urgente ante una crisis persistente
A pesar de los avances en prevención —como las vacunas RTS,S o el uso extendido de mosquiteros con insecticidas—, la malaria continúa siendo una de las enfermedades infecciosas más devastadoras. En 2023, según la OMS, se registraron más de 263 millones de casos y cerca de 600 mil muertes.
Frente a un panorama de resistencia creciente y estrategias cada vez más costosas, la nitisinona representa una alternativa novedosa, eficaz y sostenible en la lucha global contra esta enfermedad milenaria.