El verdadero origen del primer “bug” informático
El insecto fue retirado y pegado en el cuaderno de bitácora con la leyenda: “First actual case of bug being found” (“Primer caso real de un ‘bug’ encontrado”).

¿Sabías que el primer bug informático de la historia fue, literalmente, un bicho? Aunque hoy en día el término se refiere a errores en videojuegos o programas de computadora, su origen tiene una anécdota tan curiosa como real: una polilla atrapada dentro de un ordenador.
El hallazgo en la Mark II
En 1947, en los laboratorios de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, un equipo de ingenieros se encontraba trabajando con la computadora Mark II, una de las primeras máquinas electromecánicas. De pronto, el sistema comenzó a fallar de forma inexplicable. Al revisar el hardware, descubrieron que una polilla se había quedado atascada en uno de los relés, causando el mal funcionamiento.
El insecto fue retirado y pegado en el cuaderno de bitácora con la leyenda: “First actual case of bug being found” (“Primer caso real de un ‘bug’ encontrado”). Es decir, no era el primer bug en sentido técnico, ya que el término se usaba desde finales del siglo XIX para describir fallos en sistemas mecánicos, pero sí fue el primer bicho real que provocó uno.
¿Sabías que el primer 'bug' informático del mundo fue literalmente eso: un bicho? 🪲
— Javi López ⛩️ (@javilop) January 13, 2024
Esta es la historia detrás de este curioso hecho:
El equipo de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, descubrió que su computadora, la Mark II, no paraba de dar errores. Al… pic.twitter.com/Q0ku2fATaF
Grace Hopper y la popularización del término
Entre el equipo estaba la doctora Grace Hopper, pionera de los lenguajes de programación. Aunque no fue ella quien encontró la polilla, probablemente fue quien ayudó a difundir la anécdota. Gracias a ello, el término bug se asentó en el mundo de la informática y se extendió con rapidez.
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Del laboratorio a los videojuegos
Décadas más tarde, los bugs pasaron del lenguaje técnico a la cultura gamer. Hoy, cualquier jugador que ve a su personaje atravesar una pared o flotar en el aire sabe que está ante un bug, aunque pocos imaginan que todo comenzó con una polilla real, allá por los años 40.
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