El aumento de la “sed” atmosférica ha intensificado las sequías un 40%
Cuando la atmósfera pide más agua de lo habitual y esta no está disponible, se intensifican los efectos negativos sobre el medio ambiente.
La atmósfera terrestre, compuesta por una delicada mezcla de gases, es esencial para la vida: nos protege de la radiación solar y proporciona el aire que respiramos. Pero también es un sistema dinámico que depende de múltiples factores, uno de ellos, el vapor de agua. Este vapor proviene de los suelos, la vegetación y los cuerpos de agua. Con el avance del cambio climático, la atmósfera se vuelve cada vez más “sedienta”, exigiendo más agua de la que el planeta puede suministrar.
Un estudio publicado en Nature, con participación de la Universidad de Oxford y el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), revela que esta creciente demanda, conocida como “demanda evaporativa”, ha intensificado las sequías globales en un 40 % desde 1981.
Sequías Más Graves y Frecuentes
Las sequías no son simples periodos sin lluvia. Cuando la atmósfera pide más agua de lo habitual y esta no está disponible, se intensifican los efectos negativos sobre el medio ambiente. La vegetación, los cultivos y los embalses pierden más agua justo cuando es más crítica su conservación. Esto provoca estrés en las plantas, reduce la fotosíntesis y disminuye la capacidad de absorción de carbono, afectando tanto a los ecosistemas naturales como a los sistemas agrícolas.
El estudio enfatiza que la severidad de las sequías ha aumentado en regiones húmedas y secas por igual, mostrando que no solo importa cuánto llueve, sino cuánta agua la atmósfera intenta tomar de la superficie terrestre.
Un Estudio Global con Consecuencias Locales
Este trabajo es el primero que analiza a escala global la influencia de la demanda atmosférica en las sequías, utilizando datos de más de un siglo (1901–2022). Entre 2018 y 2022, las áreas afectadas por sequía se ampliaron un 74 % respecto al periodo anterior, y más de la mitad de este aumento se atribuye a la sed atmosférica. En 2022, un tercio del planeta experimentó sequías moderadas o extremas, y el 42 % de ellas estuvieron vinculadas directamente con esta demanda, indica EFE.
Los investigadores advierten que, sin acciones concretas contra el cambio climático, esta tendencia seguirá agravándose. Hacen un llamado urgente a desarrollar estrategias de adaptación, sistemas de alerta temprana y una gestión de riesgos más eficaz, especialmente en regiones vulnerables.
Resumen de puntos clave:
- La atmósfera demanda más agua por el calentamiento global, intensificando las sequías globales desde 1981.
- El estudio global de Nature es el primero en analizar esta demanda evaporativa a nivel planetario.
- Las sequías actuales son más graves, incluso en zonas con precipitaciones estables, por la mayor evaporación.
- Se requiere acción urgente con medidas de adaptación, monitoreo y mitigación frente al cambio climático.