La inteligencia artificial ya supera a los humanos en inteligencia emocional, según nuevos estudios

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante mucho tiempo se pensó que la inteligencia emocional era un terreno exclusivo de los seres humanos, imposible de replicar en una máquina. Pero un nuevo estudio publicado en Communications Psychology, realizado por investigadores de las universidades de Ginebra y Berna, ha desafiado esta creencia. Seis modelos de lenguaje artificial, entre ellos ChatGPT-4, fueron sometidos a pruebas diseñadas para evaluar su capacidad emocional… y el resultado sorprendió.

Un hallazgo que podría transformar la psicología y la educación

Los modelos artificiales no solo entendieron correctamente una amplia variedad de situaciones emocionales, sino que incluso obtuvieron mejores resultados que los humanos. Mientras las personas lograron un 56 % de aciertos en promedio, los modelos alcanzaron un 81 %. Esto sugiere que estas inteligencias artificiales no solo imitan el comportamiento emocional humano, sino que también aplican un razonamiento emocional sofisticado.

El estudio, dirigido por Katja Schlegel y Marcello Mortillaro, utilizó pruebas psicológicas ampliamente aceptadas, con escenarios que incluían conflictos en el trabajo, malentendidos personales y dilemas cotidianos. Cada situación ofrecía varias respuestas, pero solo una se consideraba emocionalmente adecuada. Las máquinas eligieron correctamente con una eficacia notable.

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De responder preguntas a crear sus propias pruebas

En una segunda etapa del experimento, ChatGPT-4 dio un paso más allá: generó sus propios ejercicios de evaluación emocional. Crear una prueba psicológica confiable suele llevar años a equipos de expertos, pero la IA lo logró en cuestión de minutos. Y no solo eso, sino que los ítems creados fueron validados por más de 400 personas y calificados como igual de claros, realistas y útiles que los originales.

Esto demuestra que la inteligencia artificial no se limita a responder preguntas o ejecutar órdenes. Puede también diseñar herramientas útiles para evaluar habilidades complejas como la empatía, la regulación emocional o la comprensión interpersonal. En otras palabras, está cruzando el umbral de ser una simple imitadora a convertirse en creadora de conocimiento aplicado.

La consistencia interna de las pruebas generadas por la IA fue comparable a la de los test desarrollados por humanos. Esto no solo respalda su validez como instrumentos psicológicos, sino que también abre nuevas posibilidades para su uso en entornos educativos, laborales y terapéuticos.

Un recurso prometedor, pero que requiere supervisión humana

El potencial de estos hallazgos es enorme. Desde plataformas educativas que adaptan su contenido al estado emocional del alumno, hasta asistentes virtuales que detectan el estrés y proponen estrategias para gestionarlo, las aplicaciones son variadas. También podrían ser herramientas valiosas en coaching, gestión de conflictos o desarrollo del liderazgo.

Sin embargo, los investigadores insisten en un punto clave: estas tecnologías deben usarse con supervisión profesional. Aunque las máquinas puedan analizar emociones con precisión, no tienen consciencia ni contexto cultural o personal, y su uso inadecuado podría generar errores o consecuencias inesperadas.

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Más allá de los resultados técnicos, el estudio invita a repensar el concepto de empatía. ¿Es posible hablar de una “empatía funcional” cuando una máquina identifica emociones, predice reacciones y sugiere formas de afrontarlas? Tal vez no sea empatía sentida, pero sí una que, bien aplicada, puede mejorar nuestras interacciones y decisiones emocionales. Y quizá, en un futuro no tan lejano, las máquinas no solo nos entiendan… sino que nos enseñen a entendernos mejor.