Meta habría descargado 81TB de libros por BitTorrent para entrenar su IA, según correos filtrados
Uno de los debates más intensos gira en torno a cómo las grandes tecnológicas recopilan contenido para alimentar sus modelos de IA.

La inteligencia artificial se ha integrado rápidamente en nuestra vida diaria, pero su avance no ha estado exento de controversias. Uno de los debates más intensos gira en torno a cómo las grandes tecnológicas recopilan contenido para alimentar sus modelos de IA. Una reciente demanda colectiva contra Meta, empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha reavivado esta discusión.
Acusaciones de uso indebido de obras con derechos de autor
En diciembre pasado, un grupo de escritores, entre ellos Richard Kadrey, presentó una demanda en un tribunal federal, acusando a Meta de haber utilizado libros protegidos por derechos de autor sin permiso alguno para entrenar sus sistemas de inteligencia artificial. Según documentos revelados recientemente por el tribunal, Meta habría descargado más de 81 terabytes de contenido literario desde portales piratas, una cifra que ha encendido las alarmas.
Pruebas internas salen a la luz
Entre las pruebas clave figuran correos electrónicos entre empleados de Meta que expresaban su preocupación por la legalidad del proceso de recopilación. En uno de los mensajes, fechado en octubre de 2022, una trabajadora llamada Melanie Kambadur se negó a usar torrents desde un equipo corporativo, advirtiendo que esa acción parecía inapropiada.
Un año después, otro empleado, Nikolay Bashlykov, alertó que actuar como “semilla” en una red de torrents podría implicar consecuencias legales, ya que permitiría a otros descargar los archivos desde los mismos servidores. Estos intercambios son ahora usados por los demandantes como evidencia de que la empresa tenía conocimiento del carácter ilícito de estas acciones.
El papel de sitios como Z-Library y LibGen
Según el medio Ars Technica, al menos 35.7 terabytes de los datos descargados provendrían de conocidas bibliotecas en línea como Z-Library y LibGen, ampliamente señaladas por ofrecer acceso no autorizado a obras con copyright. Los documentos internos muestran que los empleados de Meta habrían intentado evitar el uso de servidores corporativos, presumiblemente para dificultar la trazabilidad de las descargas.
Meta niega responsabilidad y apela al “uso justo”
Meta ha solicitado que se desestimen los cargos, argumentando que no existe evidencia directa de que sus trabajadores hayan descargado ni compartido libros protegidos. Además, sostiene que, de haberse usado ese contenido, su empleo se ajustaría al principio legal de “uso justo”, que permite utilizar obras sin permiso en ciertos contextos, como la investigación o la parodia.
Los abogados de la empresa argumentan que el entrenamiento de modelos de lenguaje con estos textos tiene como fin ampliar las capacidades tecnológicas disponibles para los usuarios, y por tanto debería considerarse un uso legítimo.
El sector editorial responde con firmeza
La respuesta del mundo editorial ha sido contundente. Varias organizaciones, incluyendo la Association of American Publishers, la Copyright Alliance y la STM Publishers, han respaldado a los autores demandantes mediante escritos conocidos como amicus curiae. Estos documentos buscan reforzar la postura de que la apropiación de contenido sin licencia representa una amenaza directa a los derechos de los creadores, indica EFE.
Este caso podría sentar un precedente importante sobre los límites legales del uso de contenido protegido en el entrenamiento de inteligencia artificial, un terreno que sigue siendo difuso en muchas jurisdicciones.
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