Científicos ven por primera vez el proceso de captación de CO2 en los océanos
Los resultados sugieren que la capacidad de los océanos para captar carbono podría haber sido sobreestimada.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, ha desarrollado un innovador microscopio submarino de alta resolución, que les ha permitido observar en tiempo real el proceso por el cual los océanos absorben CO2. Los resultados sugieren que la capacidad de los océanos para captar carbono podría haber sido sobreestimada.
Este descubrimiento, publicado en la revista Science, indica que la habilidad del océano para retener CO2 atmosférico podría ser inferior a lo que se creía, lo que proporciona una nueva base científica para ajustar los modelos climáticos con mayor precisión.
Microscopio clave
El microscopio, diseñado por Manu Prakash, un especialista en bioingeniería de Stanford, ha sido fundamental para esta investigación. Este aparato tiene la capacidad única de adaptarse al movimiento y condiciones ambientales de los microorganismos marinos, como la temperatura, presión y luz, simulando su caída hacia el fondo oceánico, que en promedio se encuentra a unos cuatro kilómetros de profundidad.
El funcionamiento de la ‘bomba de carbono’ Gracias a esta tecnología, los científicos han podido estudiar más de cerca la llamada “bomba de carbono marino”, un proceso natural mediante el cual los organismos en el océano capturan carbono atmosférico y lo almacenan en sus profundidades.
Nieve marina
Este fenómeno involucra lo que se conoce como ‘nieve marina’, un conjunto de restos de fitoplancton, bacterias y otras partículas orgánicas que absorben alrededor de un tercio del CO2 generado por actividades humanas y lo transportan hacia el fondo oceánico, donde permanece atrapado durante milenios.
Aunque este proceso ya era conocido, los detalles sobre cómo las partículas de nieve marina descendían a las profundidades eran hasta ahora un enigma. Prakash y su equipo, durante los últimos cinco años, han viajado por los océanos del planeta, desde el Ártico hasta la Antártida, utilizando su nuevo microscopio para resolver esta incógnita.
En una reciente expedición al Golfo de Maine, en la costa atlántica de Norteamérica, los investigadores recolectaron muestras de nieve marina y estudiaron su comportamiento bajo el microscopio. Descubrieron que esta nieve forma densas estructuras con forma de nube, similares a paracaídas, que mantienen a los microorganismos flotando en las capas superiores del océano, a unos 100 metros de profundidad.
Este fenómeno ralentiza el descenso de la nieve marina, lo que aumenta la posibilidad de que otros microorganismos descompongan el carbono antes de que llegue al fondo marino, lo que a su vez reduce la cantidad de CO2 que los océanos pueden almacenar, indica EFE.
Nuevas perspectivas sobre los océanos Los científicos destacan la importancia de esta investigación, basada en la observación directa de los ecosistemas, para comprender los pequeños procesos biológicos y físicos que operan en los océanos. “Lo que hemos observado bajo el microscopio no coincide con las teorías que teníamos sobre el flujo de caída de los microorganismos”, comenta Rahul Chajwa, coautor del estudio y también bioingeniero en Stanford.
Prakash añade: “Este complejo proceso está influenciado por factores que normalmente no percibimos. Estos nuevos detalles abren nuevas oportunidades para entender mejor los principios que gobiernan el comportamiento de los mares”.
Además de su valor científico, los investigadores comparan la belleza y complejidad de este fenómeno con la simplicidad cotidiana, como ver cómo se disuelve el azúcar en una taza de café. Actualmente, el equipo sigue perfeccionando sus modelos para comprender qué factores influyen en la formación de estas nubes densas en la nieve marina y tiene previsto publicar los datos obtenidos en sus seis expediciones alrededor del mundo.
En datos
- Un nuevo microscopio submarino desarrollado por científicos de Stanford ha permitido observar cómo los océanos absorben CO2, revelando que la capacidad de captura podría ser menor de lo que se creía.
- El estudio, publicado en Science, muestra que la ‘nieve marina’, compuesta por microorganismos que almacenan carbono, se suspende en las capas superiores del océano, lo que reduce la cantidad de CO2 que llega al fondo marino.
- La investigación cuestiona modelos climáticos previos al sugerir que el CO2 atmosférico almacenado por los océanos podría ser menos del estimado, impactando futuros cálculos de secuestro de carbono.
- Este trabajo pionero, liderado por el bioingeniero Manu Prakash, ofrece una nueva comprensión de los procesos biológicos que influyen en el almacenamiento de carbono en el océano, con implicaciones importantes para la ciencia climática.
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