Una simple prueba de la piel puede ayudar a diagnosticar el Parkinson
La enfermedad de Parkinson ocurre cuando se acumulan proteínas alfa-sinucleína mal plegadas en el cerebro, lo cual provoca un daño neuronal grave que progresa con el tiempo.

Los trastornos motores son muy temidos entre los humanos, pero detectarlos a tiempo puede ser clave para mejorar el pronóstico, o retrasar su progreso. Siguiendo este objetivo, los investigadores presentan una simple prueba de piel puede ayudar a diagnosticar con precisión la enfermedad de Parkinson.
Precisión pobre en el diagnóstico del Parkinson
En la actualidad, los médicos diagnostican la enfermedad de Parkinson por medio de la observación de signos y síntomas clínicos. Sin embargo, el diagnóstico definitivo solo puede hacerse a través de una autopsia.
De hecho, muchos diagnósticos tempranos son erróneos. Y aunque suene positivo para los pacientes, esto puede perjudicar los ensayos clínicos de terapias potenciales para tratar la enfermedad, indica Tekcrispy.
Proteínas mal plegadas en la piel en el Parkinson
Ahora bien, en oportunidades previas hemos hablado de cuán nocivas pueden ser las proteínas mal plegadas para la salud. La enfermedad de Parkinson ocurre cuando se acumulan proteínas alfa-sinucleína mal plegadas en el cerebro, lo cual provoca un daño neuronal grave que progresa con el tiempo.
En vista de que actualmente no hay una prueba fácil y confiable para el diagnóstico temprano del Parkinson, un equipo de la Universidad Estatal de Iowa decidió tomar cartas en el asunto. En un artículo publicado en la revista Movement Disorders muestra cómo algo tan simple como analizar una muestra de piel en busca de esta proteína puede ayudar a confirmar o descartar el diagnóstico.
Una prueba de piel precisa para diagnosticar la enfermedad de Parkinson
Los investigadores llevaron a cabo un ensayo simple ciego con 50 muestras de piel, la mitad de las cuales procedían de pacientes con Parkinson y la otra mitad de personas sin dicha enfermedad. Las muestras fueron proporcionados por el Estudio de Arizona sobre el Envejecimiento y los Trastornos Neurodegenerativos (AZSAND) parte del Programa de Donación de Cerebro y Cuerpo con sede en el Banner Sun Health Research Institute.
Una investigación previa en AZSAND encontró que estas proteínas alfa-sinucleína mal plegadas también se acumulan en otros tejidos corporales, como la piel. El equipo vio una oportunidad en ello para desarrollar una prueba que permita detectar la molécula y diagnosticar la enfermedad de manera oportuna y precisa.
Los resultados del ensayo revelaron que 24 de cada 25 pacientes con enfermedad de Parkinson en realidad tenía la enfermedad. En el grupo de control, solo uno de cada 25 sujetos mostró la agrupación de proteínas mal plegadas.
“Estos resultados indican una sensibilidad y especificidad tremendamente altas, lo cual es fundamental para una prueba de diagnóstico”, dice Charles Adler, profesor de neurología en la Clínica Mayo de Arizona y co-investigador del estudio.
Mejorar la precisión del diagnóstico clínico del Parkinson es un paso clave para poder desarrollar tratamientos efectivos. Sin ello, los investigadores se ven limitados en la comprensión de la enfermedad y la identificación de puntos potenciales en los que podrían enfocarse los medicamentos. Pero con este nuevo desarrollo las cosas podrían cambiar.
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