Buena higiene o cirugía, solución a cálculos amigdalinos
Amígdalas irritadas, enrojecidas y con presencia de pequeños puntos de color amarillo pálido, son señales de padecer cálculos amigdalinos.
Estos cálculos suelen producir mal aliento debido a la agrupación de bacterias, además pueden derivar en inflamación crónica de amígdalas, aunque en la mayoría de casos son 'solo un fastidio', refirió la institución Mayo Clinic en un comunicado.
Señala que las amígdalas son extensiones tisulares de forma ovalada que se ubican en la parte posterior de la garganta y son un ganglio linfático que funciona como parte del sistema inmunitario del cuerpo, al actuar como filtros para bacterias y virus.
Señala que son de superficie irregular, ya que algunas presentan 'hoyos y pozos' que alojan partículas de comida, bacterias, saliva o mucosidad, las cuales al compactarse dentro del pozo terminan por formar cálculos amigdalinos.
De acuerdo con especialistas de Mayo Clinic, la mejor manera de librarse por completo de dichos cálculos es mediante la amigdalectomía, es decir, la cirugía que se realiza como procedimiento ambulatorio.
Pero si el médico no recomienda la amigdalectomía debido a los antecedentes médicos, edad u otros factores o si el paciente prefiere que no se le extraigan las amígdalas, existen otras medidas para contrarrestar dicho malestar.
Por ejemplo, extraer los cálculos presionándolos suavemente hacia afuera con hisopos, así como con la punta del cepillo de dientes o lavando las amígdalas con un irrigador de agua a baja presión.
La buena higiene oral puede evitar por completo su aparición, ya que cepillarse los dientes y lengua después de comer, además de usar hilo dental diariamente y enjuagues bucales libres de alcohol, reducirán las bacterias en la boca.
Mayo Clinic sugiere que si persiste la irritación de las amígdalas, si éstas lucen muy rojas, sangran con facilidad o si el dolor se extiende hasta el oído, el paciente debe acudir al médico porque los síntomas 'pueden ser señales de un problema más grave'.