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El Imparcial / Sonora / Coronavirus en Sonora

Sufrió al pensar que sus dos hijos se quedarían solos

La enfermera Liliana Benítez fue dada de alta tras varios días hospitalizada por Covid-19.

Agua Prieta, Sonora.- “El terror de dejar a mis niños, de darles ese dolor a mis niños que se queden sin su mamá, fue lo más horrible”, relató la enfermera Liliana Patricia Benítez Amaya, de 35 años de edad.

La enfermera que se recuperó en Nogales, se contagió de Covid-19 entre el 25 y 27 de mayo en su trabajo en un hospital privado, porque aunque es población de alto riesgo, su amor a la profesión y la necesidad de trabajar, la hicieron continuar.

“Empecé con una ligera tos y congestión, así, pero ya a los días, eso me duró como dos días, empecé con náuseas y vómito y ahí sí me puse más mal y empecé con un poquito de temperatura”, detalló.

Durante cuatro días estuvo así, hasta que inició la fatiga y pensó que se trataba del cansancio por la falta de alimento por el vómito, pero el sábado 6 de junio sintió que se trataba de algo más.

“Incluso ya tenía dolor en mi garganta, en mi pecho, pero decía: ‘Es por todo el esfuerzo que estoy haciendo, que estoy vomitando, por eso son esas molestias’, realmente yo no lo relacioné con el Covid”, relató.


Ese día recibió atención médica en el Hospital General, le hicieron una prueba de Covid-19, le pusieron oxígeno y volvió a casa, pero cada vez le costaba más esfuerzo respirar y pidió prestada una máquina generadora de oxígeno para estar en casa.

“Llegó el momento en el que ya no me pude separar del oxígeno, para nada, porque pues no tenía esa capacidad, me hicieron una radiografía, realmente no era necesario que me hubieran tomado la muestra.

“La radiografía estaba muy mal, mi radiografía pulmonar, ahí se veía, con la pura radiografía es una forma de decir: ‘Pues eso es positivo’, ya nomás fue el protocolo el que me tomaran la muestra”, mencionó.

Recibió atención en Agua Prieta en el Hospital General, posteriormente en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y finalmente fue trasladada a Nogales.

En casa estaban mis niños, son mis niños y yo, y la verdad que somos un círculo muy cerrado, mis hijos no están impuestos a andar fuera y aquí se quedaron, no están tan chiquitos, saben moverse, son independientes”, comentó.

NUEVE DÍAS EN NOGALES

Cuando Liliana fue trasladada en ambulancia a Nogales, la siguió un tío –que es como su papá- en su vehículo, quien durante los nueve días que estuvo internada, permaneció en espera de noticias en su automóvil, en el que incluso durmió.

“Él estuvo ahí estacionado, afuera, o sea, él realmente, yo le digo: ‘Es que tenías oportunidad de irte a quedar en algún lugar’, pues ahí se quedó en el carro, él realmente no se quiso separar del hospital”, expresó.

Se iba a bañar, a comer y volvía a estacionarse afuera del hospital en Nogales, en espera de noticias de su sobrina, que es como su hija y a quien quería llevar de vuelta a casa.

Y finalmente este lunes antes del mediodía la dieron de alta y pudo regresar con sus hijos, aunque ha tenido que reposar y se mantiene lejos de los adolescentes de 16 y 14 años, además sigue con tratamiento y el próximo lunes ya podrá salir.


REGRESARÁ AL TRABAJO

Liliana es quien lleva el sustento familiar a su hogar y por esta razón, además del amor que siente a su profesión, está decidida a volver a trabajar en cuanto se recupere totalmente.

La enfermera agradeció la atención que recibió en los diferentes hospitales en los que estuvo, porque aseguró, no tuvo ninguna queja, porque a pesar de la carga de trabajo, la ayudaron a salir adelante.

“Creo yo que fue lo más difícil el sentirte realmente mal, porque realmente me sentí mal, o sea, en broma me lo dijeron: ‘Ah, que viste la luz al final del túnel’, pues aunque te rías, sí, casi lo veo”, narró.

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