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El Imparcial / Sonora / Silvia Núñez Esquer

Silvia Núñez Esquer: Décadas de luchar contra la violencia de género en Sonora

La desigualdad y la falta de equidad hacia las mujeres fue el impulso que llevó a Silvia Núñez Esquer a emprender una lucha en contra de la violencia de género en la cual ha permanecido activa por más de 30 años.

Nacida en Hermosillo, Sonora, la periodista de profesión y activista por convicción indicó que una de sus mayores satisfacciones en su defensa del género femenino ha sido el reconocimiento de la sociedad hacia las mujeres ya que, aunque sea mínimo, representa un avance.

Su personalidad serena, tranquila, que medita cada una de las respuestas, contrasta con la lucha que durante más de tres décadas ha llevado y que ha tenido frutos como el hecho de que se tipificara el delito de feminicidio como figura autónoma en el Estado.

Remontó sus orígenes dentro del activismo social a finales de los años setenta cuando, al ser integrante del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (Steus), veía cómo las mujeres luchaban por el reconocimiento de nuevos derechos laborales.

“Antes de estar en el activismo franco del feminismo, estuve primero en el activismo sindical, en el Steus y en ese momento el Steus estaba despuntando como el sindicato que marcaba la pauta en la lucha por nuevos derechos”, expuso.

En el contexto de lucha social, abanderada por las corrientes ideológicas de libertad de los años setenta, refirió que al ingresar al Steus se percató de que existía una lucha de mujeres organizadas que exigían la ampliación de los derechos para las madres trabajadoras.

“Entonces ahí se dan las dos cuestiones de, por un lado, luchar para que se enriqueciera el contrato colectivo de trabajo, pero siempre con estas demandas para las mujeres como eran el Centro de Desarrollo Infantil; estos espacios de apoyo para las madres trabajadoras cuando los niños salen de la escuela, pero las mamás todavía no salían del trabajo”, enfatizó.

Fue a finales de los ochenta y principios de los noventa cuando, después de haber comenzado a ejercer su profesión de licenciada en Ciencias de la Comunicación en los medios, salta del activismo sindical al social como consecuencia de las múltiples expresiones de discriminación y violencia que visualiza en la sociedad sonorense.

Apuntó que en esa época la violencia contra las mujeres era común y no había leyes específicas que la sancionaran y que la sociedad veía común esas prácticas machistas porque se mantenían en silencio.

Refirió que los asesinatos de mujeres en esa época provocaron una serie de movilizaciones que dieron origen a la Ley de Violencia Intrafamiliar porque se demostraba que el homicidio de una mujer era el corolario de una serie de agresiones por parte del esposo, de las cuales el círculo familiar y de amistades sabía pero nadie decía nada.

“Cuando ya empiezo a ejercer la profesión de comunicóloga empiezo a vincularme al periodismo con otras periodistas y entonces, cuando empiezo a elegir temas, me empiezo a dar cuenta de que hay un veto en la situación de la mujer”, señaló.

“Desde a finales de los ochenta y principios de los noventa yo ya empiezo a vincularme con organizaciones sociales, particularmente con una que fue clave en detonar este activismo franco feminista, que fue el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), a través de su representante en el Noroeste, Susana Vidales”, agregó.

Entre las mujeres que contribuyeron para la creación de la Ley de Violencia Intrafamiliar, la activista destacó a Patricia Alonso, quien en esa época era diputada local e impulsó la iniciativa en el Congreso del Estado.

A pesar de encabezar una lucha por la defensa de las mujeres, reveló que también ha sido víctima de violencia y acoso sexual en la calle y en sus lugares de trabajo.

Como parte de la red Nosotras Ciudadanas indicó que fue como inició su participación en la documentación de los asesinatos de las mujeres en el Estado de Sonora.

Especificó que fue en 2008 cuando recibió la invitación de formar parte del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y por consiguiente a especializarse en el tema.

Expuso que en esa época el feminicidio se podía percibir como parte oculta de un contexto social, a pesar de que el tema de las muertas de Ciudad Juárez, en el Estado de Chihuahua, acaparaba las noticias de los principales medios nacionales.

“Hasta ahora medio se empieza a vislumbrar desde la parte institucional la situación del feminicidio en México, pero han sido 10 años de ser la única organización que con una metodología propia ha aportado información sobre cómo se encuentra el feminicidio”, señaló.

A más de tres décadas de trayectoria como activista, Núñez Esquer detalló que ha recibido muchos reconocimientos pero que el que le otorga la sociedad es el más valioso.

Entre uno de sus logros como periodista y activista subrayó el tercer lugar en la Cuarta Bienal Internacional de Radio, con un reportaje realizado sobre asesinatos seriales de mujeres en Agua Prieta, similares a los de Ciudad Juárez.

Abundó que el trabajo finalizado no interesó al medio en el que trabajaba y decidió inscribirlo en el concurso, con la única intención de que alguien lo escuchara.

“Los primeros lugares los ganaron agencias de noticias, es decir un cuerpo de periodistas que benefician esas investigaciones porque como es internacional pues el primer lugar lo ganó alguien de Ecuador, una agencia, el segundo una agencia de noticias de aquí de la Ciudad de México y el tercer lugar pues yo sola”, explicó.

A pesar de que a lo largo de su lucha considera que el principal obstáculo han sido las instituciones, Silvia Núñez considera que la mayor aportación del Observatorio Nacional del Feminicidio en Sonora ha sido la transformación de la legislación y la forma de abordar el delito por parte de las autoridades.

De la reacción de sus familiares al emprender su lucha en la defensa de los derechos de las mujeres, Silvia Núñez detalló que de inicio fue de curiosidad, después de indiferencia y cuando ya se involucró de lleno en el activismo social fue de preocupación.

“Pues no se puede definir un punto del antes y después, el camino me fue llevando a esto, pero cuando estaba muy joven fue de curiosidad, después como de lejecitos y ya a estas alturas sí hay preocupación porque se han visto agresiones en contra de integrantes de organizaciones sociales”.

De la situación actual de las mujeres en Sonora puntualizó que, a pesar de que existen pocas organizaciones feministas, hoy en día hay un contrapeso en ámbitos como política, cultura y deporte.

Subrayó la equidad de género en el próximo proceso electoral aunque consideró que no fue del todo bien aceptado por los hombres de los diferentes partidos políticos.

De las nuevas generaciones de niñas y jóvenes dijo percibir un grupo más independiente en ideologías y en aspectos sociales.

A pesar de que en Sonora ha habido avances legislativos que han provocado un cambio social en la manera de validar a las mujeres, consideró que todavía es un Estado machista porque los hombres ejercen la violencia a la menor provocación.

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