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El Imparcial / Sonora / FAOT

Ramón Vargas desea promover la ópera entre niños y jóvenes

El tenor mexicano comenta que es necesario salir de los teatros y llevar este género musical directo a la gente.

Acercar la música operística a la gente, especialmente en las escuelas para promoverla entre los niños y jóvenes, busca el tenor mexicano Ramón Vargas, quien hoy recibirá un reconocimiento en el Festival Alfonso Ortiz Tirado.

Previo al concierto que ofrecerá hoy en la entrega de su distinción, en el marco de la edición 36 del Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado en Álamos, Sonora; Vargas, quien es originario de la capital del País y de 59 años de edad, comentó que es necesario promover más este tipo de música entre la población, especialmente en niños quienes están iniciando su formación.

Recibe la medalla de un tenor de quien ha expresado su admiración, Alfonso Ortiz Tirado. ¿Qué es lo que le ha aprendido a este gran personaje?

Tenía muy buen gusto para cantar. Era un artista refinado y me gustaba ese modo de cantar. No me gustan las vulgaridades y además tenía una técnica muy buena. Era un artista que sabía comunicar (…) lo que él cantara siempre te comunicaba la historia de principio a fin y eso es lo que debemos hacer; somos contadores de historias.

¿Qué representa para usted esta distinción que hace el Festival Alfonso Ortiz Tirado?

Tiene un valor especial, porque primero me lo otorga mi País y eso me da una satisfacción, luego es a nombre de un gran tenor y eso me da mucha felicidad.

En lo que hemos conocido de su trayectoria, la elección de su carrera en la ópera implicó muchos desafíos, quizá al principio hasta la misma familia, ¿qué nos puede contar de cómo ha sido abrirse camino en este género?

Por fortuna, éramos nueve hermanos, y cuando uno salió de loco para salir a cantar no se les hizo tan raro. Yo cantaba de niño y a mi madre no le pareció tan extraño que yo quisiera probar esta vida. En esa época, salir del País era más difícil porque no había teléfonos inteligentes ni redes sociales, no teníamos comunicación. Todo era demasiado lento y ahora, creo que todo va demasiado rápido.

La música operística es un género con muchos retos, ¿qué fue lo que lo hizo decidirse por este camino?

Cuando decidí ser cantante de ópera, fue por pasión y no lo hice pensando que sería famoso o exitoso, sólo quería hacer lo que más me gusta, que es cantar (…). La ópera es complicada porque conjunta muchas disciplinas musicales y artísticas (...). A veces la gente piensa que la ópera es vieja y arcaica, pero las emociones que da y las historias que nos cuentan son completamente actuales, de ahora, escritas hace 100 ó 150 años.

¿Cómo hacer más accesible la música operística?

Lo que necesitamos es abrir los teatros y salir de ellos para llevar a la gente estas emociones; llevarlas a las escuelas porque los niños son el futuro. Los adultos no podemos cambiar nuestras ideas; pero los jóvenes pueden aprender a disfrutar otro tipo de música.

La música se divide en dos: En buena y mala. Hay buena música pop y mala música pop; también hay buena y mala ópera. Hay que acercar a la gente a esta música, y si no, tenemos que salir hacia ella, pero con una disposición de otorgar la oportunidad a los demás y conocer algo tan profundo como son las historias contadas de grandes compositores con nuestra voz.

Desde su perspectiva, ¿cómo ve el entorno cultural de México?

Lo que está pasando en nuestro Gobierno es que busca darle importancia a otros géneros musicales que antes no, y está bien buscar la música popular de otras formas, pero no tenemos que desechar lo otro (…). Es como cuando vemos una obra arquitectónica, como la que hicieron los mayas o los árabes, que se ven obras maravillosas y eso de los musulmanes que se echan bombas y se matan, no es la cultura de ellos. Cuando viajas y conoces, te das cuenta que hay otros modos de expresarse y valen la pena conocerlos.

Los mexicanos en el arte están brillando, Cuarón, Del Toro, Iñárritu en el cine, Isaac Hernández y Elisa Carrillo en el ballet, usted en la ópera, así como otros grandes artistas en la música, la pintura, ¿cómo ve este momento que se vive del arte en México?

Creo que tenemos un grupo de cantantes y artistas y creadores muy importantes en el mundo y creo que los que estamos fuera de México o cantando o los científicos con sus investigaciones (…) Hacemos patria fuera de nuestra patria, porque la imagen de México no debe ser la de la violencia o los problema con el presidente de Estados Unidos, o los cárteles o la mala vida. Somos muchísimo más que eso, por fortuna.

¿Qué sigue en la carrera de Ramón Vargas?, ¿cuáles son los próximos proyectos que vienen?

Además de los conciertos que tengo y agendados para todo el 2020, cumplimos 20 años de la fundación Ramón Vargas, donde ayudamos a niños con capacidades diferentes en los lugares más pobres del País porque la dicacidad es una situación difícil, pero hacerlo en la pobreza e ignorancia es terrible. Es un trabajo arduo y difícil, vivimos tiempos difíciles en este aniversario, pero lo hacemos con mucho ahínco y devoción.

Hay mucho amor en esa fundación…

Lo hacemos en memoria de nuestro hijo Eduardo, quien falleció el año 2000. A los niños y niñas que ayudamos estos 20 años reflejamos la memoria de nuestro hijo, y además de todo, Eduardo, en su condición, fue afortunado porque tuvo padres que nos preocupamos por él y tuvimos medios para ayudarlo y que en su corta vida fuera feliz. Tristemente no pasa lo mismo en muchas familias, donde los tienen abandonados y no tienen contacto con los demás. Pueden acercarse en www.ramonvargas.com

¿Qué mensaje le dejaría a quienes inician en este género y que sueñan con alcanzar un escenario y hacer de la ópera su carrera de vida?

Los jóvenes deben hacerlo con pasión, no por volveré ricos y famosos, porque nadie lo garantiza, si quieren hacerlo por eso sólo ganarán frustraciones. Esto se hace por pasión y amor lo que nos gusta hacer; lo demás se hace por añadidura.

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