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El Imparcial / Sonora / Día del Padre

María del Carmen creía que su padre estaba muerto y lo hallan en situación de calle

Fue mediante un reporte que personal de la Subprocuraduría de la Defensa del Adulto Mayor encontró a Raúl debajo de un árbol en la comisaría de San Ignacio Cohuirimpo.

NAVOJOA, Sonora.-En el 2000 fue la última vez que María del Carmen Valles vio a su padre Raúl cuando la fue a visitar a Tijuana, de ese tiempo a la fecha le perdió el rastro al grado de pensar que había muerto, señaló la mujer de 56 años de edad.

La fémina, quien es originaria de Navojoa, pero radica en Tijuana desde los 16 años, recordó que vivió una infancia difícil junto a sus dos hermanos, pues a los 10 años de edad su madre los abandonó y quedaron a cargo de su abuela, ya que su padre tenía problemas con el alcohol.

“Mi abuelita nos recogió y nos llevó a Hermosillo, allá nosotras hicimos nuestras vida lejos de papá y a los 16 años mi hermana y yo nos fuimos a Tijuana a vivir; éramos tres pero falleció un hermano”, recordó, “en el 2000 mi papá nos visitó, pero ya no lo volvimos a ver”.

GRAN SORPRESA

Hace unos días, sin esperarlo, María recibió una llamada de personal de la Subprocuraduría de la Defensa del Adulto Mayor de Navojoa y le dieron una gran sorpresa que la llenó de alegría, pero también la puso nerviosa.

“Yo soy empleada de una empresa de productos médicos; un día me llamaron de DIF y me dijeron que tenían a mi papá, me dio mucha alegría saber que estaba vivo”, expresó, “me dijeron que lo encontraron en situación de calle”.

De inmediato pidió permiso en su trabajo y abordó un autobús rumbo a Navojoa; fueron 16 horas de camino, apuntó, tiempo en el que por su cabeza cruzaron pensamientos y por su corazón un contraste de sentimientos.

“En el camino pensaba en qué le iba a decir, yo venía muy nerviosa”, expresó, “nunca pensé que pasarían tantos años sin verlo”.

Personal de la Subprocuraduría de la Defensa del Adulto Mayor recibió a María y la llevo al albergue de DIF, donde mientras se dio con el paradero de sus familiares, resguardaron y alojaron a Raúl.

EL REENCUENTRO

El Imparcial: imagen de artículo

María del Carmen entró al albergue y encontró a su padre sentado en una silla, con un grueso bastón a un lado, y con las huellas del paso del tiempo en su rostro.

“Ay mi apá”, exclamó con voz quebrada mientras paso a paso se acercaba al encuentro con el hombre que le dio vida.

“Soy tu hija”, le dijo María al estar frente a frente, pero los ojos cansados del hombre de 85 años de edad no alcanzaron a distinguir el rostro de la mujer, por lo que Raúl, con sus manos empezó a acariciarle el rostro, intentando “verla” con el tacto de las yemas de sus dedos.

“Mi hijita de veras eres tú, es que ya no veo bien”, le dijo el adulto mayor a su hija. Finalmente se fundieron en un abrazo que esperaron durante 22 años.

“MI’JITA YA NO TOMO VINO”

Aunque María del Carmen no habló a detalle sobre el distanciamiento con su padre, dejó entrever que el alcohol fue uno de los factores.

“Estoy contento, sabes qué mi’jita ahora yo ya no tomo vino”, le confesó Raúl a su hija luego de romper aquel abrazo.

María del Carmen, con apoyo del DIF Navojoa, se llevó a su padre a Tijuana, donde se reencontrará también con su otra hija.

Fue mediante un reporte que personal de la Subprocuraduría de la Defensa del Adulto Mayor encontró a Raúl debajo de un árbol en la comisaría de San Ignacio Cohuirimpo.

Lo asistieron, le cortaron el cabello, lo bañaron, le dieron atención médica, alimento y lo albergaron mientras dieron con los familiares, en este caso con María del Carmen, a quien contactaron y ayudaron a viajar ida y vuelta de Tijuana a Navojoa.

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