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El Imparcial / Sonora / Adopción

Grandes actos de amor complementan su familia: Madre adoptiva

Considera que sus enormes ganas de ser madre, en su caso por segunda y tercera ocasión, la llevaron a adoptar a dos menores de edad.

AGUA PRIETA, Sonora.- "Dar un hijo en adopción es un acto de amor muy grande, porque a la gente le debe poder mucho", dice la madre adoptiva de dos menores de edad, quien con ellas integró una familia de cuatro miembros.

Madre soltera y con una hija biológica, Ana, como se le llamará para mantener su identidad anónima, a fin de evitar señalamientos hacia sus hijas, recordó que tras vivir cinco años con una hija única, decidió adentrarse en el mundo de la adopción.

No era secreto para sus conocidos y familiares, recordó, su interés por adoptar, por lo que un familiar cuando supo de una madre con la intención de dar en adopción a una niña, le avisó.

"Quería (la mujer embarazada) que yo me quedara con ella (con la niña en gestación), porque estaba mal económicamente y no tenía cómo sacarla adelante y pensó que conmigo estaría bien", relató.

De inmediato buscó el apoyo de un abogado, quien le brindó toda la asesoría y realizó el trámite para que una vez que naciera la pequeña y fuera un momento prudente, la recién nacida se fuera a su nuevo hogar.

Ana recordó que durante el proceso de embarazo tuvo un poco de temor de que sus ilusiones se desvanecieran en un segundo, sin embargo también ya sentía amor por la pequeña que venía en camino.

La adopción fue un éxito y de un momento a otro la familia creció de dos a tres integrantes, pero mientras se adaptaban a la nueva bebé, apareció la opción de una segunda adopción.

El proceso también fue sencillo, aseguró Ana, quien dijo que ésta se dio debido a que una persona que sabía de la primera adopción, pensó que podría hacer una segunda para apoyar a una madre desesperada por brindarle un mejor futuro a su hija. "Cuando me ofrecieron a la otra niña, pues como que no lo pensé mucho, porque en cuanto la vi, me enamoré de ella y pronto dije que sí", mencionó, así que de pronto la menor de las hermanas se convirtió en lo que en otras familias podría ser el "pilón".

En la familia en general, ambas niñas encontraron el amor que cualquier integrante podría esperar, el único temor de la madre adoptante era cómo y cuándo tendría que decirles la verdad sobre su origen.

"Me informé, averigüé cómo podía decirles, cuál era la edad más adecuada para podérselos decir y busqué un sicólogo y me explicó que las mentiras no son buenas y que entre más pequeños se los dijera mejores resultados iba a tener", expresó.

Así fue como desde muy pequeñas ambas niñas saben que fueron adoptadas y sólo la más pequeña tuvo una pregunta en años posteriores a la revelación: "¿Por qué me habrán dado en adopción?".

"Y le digo que porque su mamá la quería mucho", relató Ana con la voz entrecortada, "yo le expliqué que dar un hijo en adopción es un acto de amor muy grande, porque a la gente le debe de poder mucho.

"Pero deben de quererte muchísimo para poder desprenderse de ti, para darte una mejor vida", dijo con lágrimas en los ojos Ana, en la sala de su vivienda.

Para Ana adoptar no es otra cosa que las ganas de ser madre, en su caso por segunda y tercera vez, pero no lo considera un acto de bondad, a diferencia del acto desinteresado de obsequiarle un regalo tan grande como lo es un hijo para el bien del menor.

Adopciones en Sonora

Según datos de DIF Sonora, el año pasado se realizaron 20 asignaciones de niños y adolescentes puestos a disposición de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.

Las edades, informaron, van desde un mes de nacido, hasta 10 años de edad, y de los 20 el 95% fue asignados a matrimonios sonorenses y el 5% a matrimonios que residen en otro Estado del País.

En Agua Prieta el panorama es distinto, ya que no hay actualmente opciones de adopción de niños que están en la Casa Hogar Nuestra Señora Reina de los Ángeles, afirmó el subprocurador de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en Agua Prieta, Miguel Ángel Rivera Sánchez.

"Nosotros tenemos a catorce niños (en la Casa Hogar) de los cuales no están listos todavía para ser adoptados, porque tienen que reunir requisitos como la pérdida de la patria potestad", detalló.

En esta frontera, mencionó, se realizan alrededor de 20 trámites de adopción al año, sin embargo son de particulares, pero se les apoya con la aplicación de los exámenes para cumplir con el proceso.

Aunque no se tiene conocimiento de cuál es el final de estos procesos, debido a que en Hermosillo directamente se encargan de otorgar las adopciones a quienes son aptos para ello.

Ocurre frecuentemente que las adopciones de forma particular se dan porque fallecieron los padres, y los abuelos maternos o paternos deciden hacerse responsables de ellos, expresó Rivera Sánchez.

También se dan casos en los que una madre soltera, viuda o divorciada hacen vida con una nueva pareja, explicó, y esta persona desea adoptar al menor de edad para formar una familia.

Las reglas para realizar el proceso de adopción no parecen tan complicadas, como en ocasiones se escucha entre comentarios de ciudadanos que realmente no conocen el proceso.

Sin embargo autoridades estatales recomiendan acercarse a un abogado para realizar el proceso de adopción y conocer a fondo los detalles y requisitos para convertirse en padres de un menor de edad.

Requisitos para adopción

Que el adoptante goza de buena salud física y mental (comprobable mediante estudio de DIF Estatal).

Fuente: Información establecida en el Capítulo Séptimo, en el artículo 596 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora.

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