“De corazón les pido, cuiden a sus hijos": brinda enfermera algo más que medicinas a niños en área Covid
Los niños están 100% aislados de sus padres y es ahí donde enfermeras, como Teresita Noriega, dan sus maternales cuidados a los pequeños

HERMOSILLO.- “De corazón les pido, cuiden a sus hijos, porque ver a un adulto solo o encerrado es feo, ahora imaginen ver a sus hijos solos, con personas ajenas a su familia, desconocidos completamente.
Nosotros podemos darles cuidado, amor, los podemos arrullar, pero no somos sus padres”, expresa Teresita Noriega Castillo, enfermera del área Covid en el Hospital Infantil del Estado.
“En el área Covid me ha tocado ver niños intubados por la enfermedad, otros menores de 2 años a los cuales a veces cargamos, les hacemos cariño, pero el llanto en ellos es inevitable”, comenta.
El covid nos afecta a todos, el covid no respeta, es una pandemia que vino a terminar con nosotros y si nosotros no nos cuidamos, va a lograr su objetivo de matarnos, por eso yo le digo a los papás que se olviden de las salidas, que cuiden a sus hijos, que usen cubrebocas, que no salgan, hay que cuidar lo que más amamos”, añadió.
Durante toda la pandemia, Teresita ha trabajado en la atención de niños que se encuentran en Terapia Intensiva o áreas Covid del HIES, siendo testigo de lo difícil que es para los menores adaptarse al aislamiento.
Como parte de su vocación y valor humano, la enfermera ha intentado hacer esos momentos más llevaderos y amenos para los pequeños, al platicar, jugar o convivir con ellos, pero aun así, los niños suelen sentirse solos todo el tiempo, dice.
“Después de (los) dos años (de edad) es más difícil para ellos, porque son niños que ya saben y conocen perfectamente a la mamá; los bebitos lactantes también te pueden, pero suelen adaptarse, un niño mayor de dos años es más difícil, lloran, se asustan, preguntan por los papás y eso duele más”, explica.
“Hay muchos niños que no les gusta cierta comida, no se quieren bañar, no se dejan atender y ahí tienes que manejarlos poquito, pero cuando les falta la mamá y te piden verla, ahí sí te partes en dos”, añade.
MOMENTOS DIVERTIDOS
Aún así, no todas las experiencias han sido malas, ya que al trabajar con niños las sonrisas y ocurrencias son parte de su día a día, cosa que le ha hecho valorar y enamorarse aún más de su profesión.
“Uno de mis pacientes me dijo que estaba aburrido y le pregunté qué podíamos hacer, porque en esa área (Covid) no podemos meter juguetes, usar una tablet o ver televisión, entonces él me propuso que jugáramos al ahorcado, yo le dije que no sabía y me contestó, ‘bueno, todos saben jugar al gato’”, recuerda riendo.
“Nos pusimos a jugar y él estaba fascinado porque me ganaba y ni cuenta nos dimos cómo se pasó el tiempo, luego le dije que se tenía que bañar y me dijo que sí, se fue a bañar cante y cante, se comía toda la comida, fue algo impresionante, como enfermera, la verdad, me dejó súper maravillada”, afirma.

Foto: Cortesía
MARAVILLAS DE LA VIDA
Incluso, hay momentos que la han conmovido hasta las lágrimas, como ver despertar a un adolescente que tuvo Covid, después de haber estado intubado y que este le dijera que recordaba su voz.
“Me tocó un niño grande, como de 16 años, que lo fui a ver al cuarto cuando lo despertaron (del coma inducido) y le comenté que yo lo cuidaba cuando estaba dormido y me dijo que sí, que se acordaba de mi voz cuando le decía que lo iba a aspirar, o lo iba a voltear y eso fue la verdad muy bonito”, expresa.
Todas esas vivencias, a Teresita le han dejado en claro que el Covid-19 no es una enfermedad que deba tomarse a la ligera y a la cual se deban exponer a los menores.
Por ello hizo un llamado a los padres para que agarren conciencia y cuiden a sus hijos, ya que hasta que no llegue la vacuna a todos, lo mejor es quedarse en casa y no arriesgarse a llevar la enfermedad a sus seres queridos.
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