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El Imparcial / Sonora / Depresión

Covid "dispara" 19% atenciones por depresión en el Estado

El desempleo, el luto y traumatismos sicológicos, entre otros

HERMOSILLO.- Las atenciones por depresión en Sonora se vieron incrementadas más de un 19% durante el 2020 a causa de la pandemia, informó el director de Salud Mental en Sonora, Juan Manuel Tong Payán.

“En el 2019, tomando en cuenta el Hospital Siquiátrico Cruz del Norte, hubo 3 mil 403 casos atendidos por depresión, y en el 2020 hubo 2 mil 737 atenciones presenciales, porque la gente no podía salir de sus casas”, dijo.

“Sin embargo, atendimos por síntomas relacionados con depresión 3 mil 200 llamadas telefónicas, de las cuales mil 336 tuvieron criterios de depresión mayor, por lo cual calculamos un aumento del 19.6% de los casos”, señaló.

Tong Payán comentó que esto fue visible no solo en Sonora, sino en México y en el mundo, donde se observó un aumento entre el 10% y 15% de los casos de depresión en grupos de todas las edades.

Quien ha pasado por circunstancias adversas (desempleo, luto, traumatismos sicológicos, entre otros) tienen más probabilidades de sufrir depresión y a su vez, esta puede generar más estrés y disfunción y empeorar la situación vital de la persona afectada y agravar la depresión, afirmó Juan Manuel Tong Payán, titular de Salud Mental.

Hay tratamientos eficaces para la depresión moderada y grave y los profesionales de la salud pueden ofrecer tratamientos sicológicos, como la activación conductual, la terapia cognitiva conductual y la sicoterapia interpersonal, o bien, en caso de ser necesario, medicamentos antidepresivos, dijo.

Reacciones por parte de la familia de los pacientes suelen ser un punto en contra de su recuperación a largo plazo, así lo explicó Tong Payán, quien hizo un llamado a crear conciencia al respecto y entender que la depresión es una enfermedad como cualquier otra.

Es lamentable como todas las enfermedades mentales, aún en el siglo 21, son un estigma en la sociedad. Las personas solemos tener mucha resistencia o estigma, porque pensamos que la depresión es una cuestión de actitud, cuando no es así”, explicó el médico.

“Es una enfermedad como la diabetes, la gastritis, la hipertensión y que tiene que ser tratada médicamente, porque puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar el desempeño del paciente en el trabajo, en la escuela o en su capacidad para sobrellevar la vida diaria”, destacó.

SUFRE POR MÁS DE 20 AÑOS

“Exagerada, loca, f loja, huev..., llama la atención o mediocre, son las cosas que me dice la gente por ser como soy, pero los doctores le llaman depresión”, mencionó Delia con voz burlona, después de haber sufrido con esa enfermedad por más de 20 años.

“Yo fui diagnosticada y tratada hace cinco años, más o menos, pero empecé a sentir la enfermedad como desde los 17”, confesó la mujer de 42 años, “cuando me da una crisis siento como que me falta el aire, como que quisiera salir corriendo, empiezo a sentir el pecho caliente, me empieza a hormiguear todo el cuerpo y de ahí ya todo es dolor”, describió.

Delia fue diagnosticada con depresión por el Instituto Mexicano del Seguro Social en el 2015, después de desarrollar fibromialgia debido a la misma enfermedad, lo cual le causaba un dolor excesivo en todo su cuerpo que le impedía levantarse de la cama.

Desde entonces, la también madre y esposa, ha visitado sicólogos, siquiatras y médicos para poder tratar su enfermedad, sintiendo mejoría con ciertos medicamentos, no obstante, la poca credibilidad de sus familiares y amigos al respecto, ha hecho que recaiga en incontables ocasiones.

“La depresión me limita a hacer muchas cosas, es algo que me da mucha impotencia, porque a veces no permite ni levantarme de la cama y tu misma piensas ‘¿cómo no voy a poder salir?, o ¿cómo no te puedes levantar?, pero realmente algo me lo impide”, dijo.

“Lo más triste es que tu familia no te cree, te cuestionan, te dicen que estés de mejor ánimo, o que lo intente, pero la verdad es que lo intento y por eso voy con doctores o me medico, pero hay días buenos y días malos”, compartió.

Delia a la fecha toma diariamente celebrex, amitriptilina y pregabalina para poder controlar su depresión, no obstante, con la pandemia la preocupación del día a día ha hecho que varias de sus crisis se vean incrementadas, razón por la cual ha recurrido al tafil y clonazepam para controlarlas.

A pesar de todo lo vivido, Delia siente que a sus 42 años ha aprendido a identificar este padecimiento y sobrellevarlo, aún así, consideró importante que la gente entienda que es una enfermedad es real, ya que “duele y se siente de esa manera”.

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