Contrajo can rabia a través de un zorro en Bahía de Kino
Los estudios realizados a la perrita “Lucky” determinaron que fue atacada por un ejemplar de esa especie que portaba el virus
HERMOSILLO, Sonora.- “Lucky”, la perrita de raza Husky que transmitió el virus de la rabia a su dueña, fue mordida por un zorro salvaje, algo que no sorprendió a la familia, ya que en la zona donde viven, en Bahía de Kino, hay muchos animales de ese tipo.
El virus vino para acá, fue a través de un zorro, le hicieron los estudios pertinentes (a ‘Lucky’) en Estados Unidos y fue a través de un zorro lo que pasó; nosotros sí hemos visto zorros. De hecho, en octubre, el 22, tuvimos un avistamiento de un zorro aquí con mi cuñado, enseguida de la casa. La niñera de los niños le habló y le dijo que había un animal que parecía zorro o coyote. Nosotros ya no lo alcanzamos, pero pudo haber vuelto”, comentó Yesica Guadalupe Pacheco, Nuera de la afectada
“Fue el día 4 de enero cuando mordió a mi suegra; desde los primeros días (del año) había estado muy rara, pero nosotros pensábamos que era por los ‘cuetes’”, explicó Yesica Guadalupe Pacheco, nuera de la afectada, Pamela.
Mi suegra le quiso dar de comer, porque ella siempre era la que los alimentaba, y vio muy nerviosa a la perra. Entonces se agachó para acomodarle el collar, y es cuando la perra la atacó y no la quería soltar”, relató.
Una vez que el animal la soltó y corrió lejos de ella, la mujer aprovechó para lavarse y avisar a su familia.
Desde ese momento se pusieron en contacto con el veterinario particular del canino, quien les recomendó contactarse con la Secretaría de Salud.
SEÑALAN FALTA DE ATENCIÓN
Pero el camino no fue sencillo, pues ni en Bahía de Kino ni en Poblado Miguel Alemán encontraron atención, aseguran los familiares de la afectada.
“Nos dijo (el veterinario) que fuéramos al Centro de Salud, pero ya sabíamos que no había nada, además de que está en remodelación; fuimos al Poblado, porque ahí nos dijeron que nos tenían que atender con la vacuna, pero no, no sabían, no tenían idea qué hacer.
“Los epidemiólogos no estaban, les marcaban y no contestaban, entonces nadie podía atendernos; el médico de urgencias le preguntó a mi suegra ‘¿trae síntomas?’, y mi suegra le dice: ‘¿Para qué voy a venir por la vacuna si ya traigo síntomas, porque cuando tenga síntomas ya no hay nada que hacer, doctor?’”, relató Yesica, indignada.
En el Centro de Salud no hay ni para poner un suero para el dolor, menos para poner una vacuna… no sirven los refrigeradores, de hecho, fue lo que nos enteramos”, comentó Michael Steven García Crutchfield Hijo de la afectada.
SIN VACUNAS
“El viernes los de la Secretaría de Salud nos dijeron que por protocolo son 10 días de observación (…) nos dijeron que mientras fuera rabia o no, íbamos a vacunar a los demás perros que teníamos”, añadió.
No estaba vacunada (‘Lucky’) contra la rabia; de hecho, yo creo que en Kino ningún perro estaba vacunado, porque no había la vacuna”, expresó, “hace mucho que no hacían campañas y el centro de Salud que tiene Kino no tiene nada, absolutamente nada”, dijo.
Actualmente, nueve miembros de la familia han sido vacunados contra el virus, además de un norteamericano que también fue atacado por un perro feral en Kino Nuevo.
Ninguno ha presentado síntomas, pero señalan que esta experiencia les mostró la importancia de la vacunación preventiva y el correcto cuidado de los animales domésticos.
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