Brigada internacional de búsqueda de desaparecidos: Colectivos crean hermandad que rebasa las fronteras de las naciones
Se unen colectivos de México y el mundo para buscar a migrantes desaparecidos en Sonora y Baja California

Los familiares de personas que fueron víctimas de desaparición han creado una hermandad que rebasa las fronteras de las naciones; Sonora y Baja California son los estados sedes de búsqueda internacional.
Padres y madres de diferentes colectivos con pico, pala y varillas de acero llegaron a Nogales con el objetivo de hallar a “un tesoro” que le pueda dar descanso a la familia que lo espera.
Jesús Garrido Pérez, de 59 años de edad, parece un hombre fuerte al excavar con una pala en el suelo de uno de los tantos barrancos que hay en Nogales, pero al recordar a su hijo desaparecido se quiebra y llora y dice palabras de dolor que solamente alguien en su situación puede entender.
“Busco a mi hijo (Jesús Alán Garrido) desaparecido en Reynosa, Tamaulipas, ya cumplió nueve años, lo hemos buscado y yo vengo a buscarlo por mi esposa y no hemos encontrado nada”, contó.
A don Jesús le duele ver a su esposa afligida y poco le importa tener un pie lastimado para andar en las laderas en busca de personas que fueron enterradas por criminales tras una desaparición forzada.
Al ver sufrir a mi esposa, me renacen fuerzas para poder seguir adelante a trabajar y le pido a Dios que no me muera hasta que encuentre a mi hijo, que se haga su voluntad, mientras le ruego yo que me dé licencia de seguir buscando, con mi pie no puedo, pero así lucho”, externó.
Ahora busca a todos los desaparecidos porque al hallar a uno, los padres que sufren como él tendrán un descanso. En esa ocasión los buscadores localizaron decenas de casquillos percutidos en los barrancos de Nogales.
“El nacer es divino, el morir es nuestro destino, pero en manos de cobarde no se vale, ¡en manos de cobarde no se vale!”, exclamó mientras tomó la pala excavar.

VIAJA DESDE PERÚ
En esta brigada internacional de búsqueda vinieron personas de diferentes estados del País, pero también de distintas regiones de Sur América, entre ellas está Silvia de Cruz originaria de Perú quien hace cinco meses llegó a México a buscar a su hijo Giancarlo Román, de 29 años, desaparecido en Acuña, Coahuila.
Dejó a sus dos hijas en Huancayo para llegar a México para tratar de localizar a su hijo desaparecido cuando intentó cruzar a los Estados Unidos con un “coyote” que lo dejó abandonado en las montañas y desde entonces no sabe nada de él.

“Mi hijo la última vez que me comuniqué con él fue el 31 de marzo a las 11:57 de la noche, le volví a llamar a las 12 de la noche y ya no me respondió”, explicó.
Silvia de la Cruz ha tenido comunicación con “el coyote” y en una de las llamadas, que fue el 11 de abril del 2021, le avisaron que su hijo no llegó a Estados Unidos y lo dejó en Acuña. La mujer explicó que en ese momento pidió ayuda al Grupo Beta y a las autoridades mediante vía telefónica, pero no tuvo respuesta.
“Yo salgo de casa y venía por un mes, la verdad no tenía ni idea cómo era la búsqueda de un hijo desaparecido, pero cuando llegué aquí me llevé tremenda sorpresa que México era grande, esta búsqueda no era pequeña como yo pensaba”, explicó.
Llegó a México en compañía de su esposo, un País desconocido para ellos. Desde entonces ha vivido en albergues, en la calle y en un principio sin saber con quién dirigirse.
Al ver que las acciones del Gobierno son lentas, su esposo hizo un intento de búsqueda en la zona de Acuña donde fue abandonado su hijo, pero él también desapareció.
Me volví loca la verdad porque yo buscaba a mi hijo y también empecé a buscar a mi esposo porque eran dos y en México estaba sola, y en Perú mis hijas estaban dos abandonadas, solas y la verdad sentí lo peor y sentí como que se venía el mundo encima”, dijo.
Cada vez que preguntaba por avances en el caso de su familia, el Gobierno mexicano le contestaba que había muchas víctimas por atender, hasta que Silvia de la Cruz no soportó más y se lo comentó a sus hijas que vivían en Perú.
Las jóvenes desde allá comenzaron a preguntar mediante llamadas telefónicas por su padre hasta que lo localizaron preso en una cárcel de Texas. Esto la hace cuestionar el trabajo que realizan las autoridades respecto a las búsquedas.
Gracias a Dios que mi esposo está en vida, está vivo, gracias a un grupo de compañeros buscaron a un abogado, y trataron de ayudarle los señores, sabían que mi esposo iba con todo el documento, teníamos nuestras visas humanitaria, le quitaron todos sus documentos en Texas y ahora está mi esposo con un grillete”, relató.
Ahora Silvia está en espera que liberen a su pareja en los próximos meses, que pueda conseguir un trabajo y ayudar a sostener a sus dos hijas que están en el Perú y estudian en la universidad.
“Aquí en México yo no trabajo, porque yo me dedico a buscar a mi hijo, luchas día a día buscando a mi hijo”, contó.
En estos 5 meses se ha enterado que hay muchas personas de Perú que están en calidad de desaparecidas en México por buscar el sueño americano y que madres mexicanas pasan por este mismo dolor.
Silvia de la Cruz apoya en la búsqueda en la primera brigada internacional que realizan en Nogales y que continuarán en otros municipios en la frontera de Sonora y Baja California que son del 18 de febrero hasta el próximo 4 de marzo.

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