Ladrones dejan sin nada a don Laurentino
Le robaron su refrigerador, mesa, estufa, televisión y refrigeración.

HERMOSILLO, Sonora.- Luego de que los ladrones le dejaran la casa vacía cuando le robaron todas sus pertenencias, la vida de don Laurentino se ha convertido un calvario desde hace varios meses, porque perdió todo el patrimonio que había construido en 23 años.
Laurentino Sánchez Colín, de 70 años de edad, es originario de Toluca, México, pero desde hace 23 años llegó a Hermosillo en busca de un mejor futuro y rentó una vivienda en la colonia Floresta.
Por una discapacidad que tiene en sus piernas tuvo que pensionarse, ya que trabajaba como guardia de seguridad en un hotel, y al ver en la situación en la que se encontraba, una excompañera de trabajo le ofreció empleo para que pudiera ayudarse.
"Me fui a trabajar a un expendio. Como estoy pensionado, una excompañera que trabajaba antes en el hotel me invitó a trabajar, ella tenía un expendio aquí en Hermosillo. Ahí nos quedábamos y dejé la casa sola.
"Me iba yo a Toluca a visitar a mi familia y estaba todo igual, por eso se me hizo fácil, nunca había pasado nada, pero esta vez cuando volví ya no encontré nada, no había nada", dijo.
DE UN DÍA PARA OTRO
El afectado detalló que fue en el período de noviembre de 2018 a febrero de 2019, cuando dejó sus muebles en la casa, aunque seguido le daba "sus vueltecitas", hasta que un día llegó y sólo encontró su cama.
"Tenía mi refrigerador, una mesa, mi estufa, una pantalla plana que tenía yo chiquita, mi refrigeración, mi mesa que me servía para comer con las cuatro sillas. La cama no se la llevaron porque tiene unos tornillos pegados al piso.
"Yo me he fijado que aquí en Hermosillo la gente ve que le están robando y no hay gente que actúe, porque tienen miedo a las represalias. Yo les he dicho: No, están mal ustedes, si estuvieran allá en mi tierra, la gente anda linchando al que anda robando y no le estoy mintiendo", externó.
REQUIERE APOYO
Ahora don Laurentino tiene que aguantar las altas temperaturas, ya que solamente cuenta con un abanico que le regalaron sus vecinos, quienes desde entonces prácticamente se han hecho cargo de él, ya que la persona con la cual trabajó no le pagó lo acordado.
"Pues tengo una pequeña pensión mensual y de repente si llega a salir un trabajito, así, pero gracias a los vecinos, al de enfrente que se llama Salomón, al dueño del carro que tengo aquí, que se llama Juan y a otro señor que se llama Enrique y al de la tienda de la esquina, porque me fía", indicó.
Para apoyar a Laurentino Sánchez Colín, la ciudadanía puede acudir directamente a su domicilio marcado con el número 95, de la calle Girasoles, entre Narcisos y Rocío, del fraccionamiento Floresta.
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