Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Nogales / Historia

Vende pizzas "El Che" para hacer el bien

Un peculiar vendedor de pizzas es el señor José Gilberto Aguilar Pérez, conocido como "El Che".

Vende pizzas "El Che" para hacer el bien

Un peculiar vendedor de pizzas es el señor José Gilberto Aguilar Pérez, conocido como "El Che", quien elabora el tradicional platillo italiano desde hace 35 años, para ofertarlo en la vía pública en su viejo pero resistente vehículo.

El hombre de 65 años de edad es originario de Acaponeta, Nayarit y a la edad de 5 años llegó a Nogales acompañado de su mamá y en su juventud emigró a Los Ángeles, California, de donde tiempo después fue deportado.

En su regreso a esta frontera luego de haber experimentado la vagancia en las calles se hizo un propósito de vida: Ayudar en sus posibilidades a las personas más necesitadas.

"Cuando llegué de nuevo a esta ciudad me dio la oportunidad de trabajar el señor Sergio Machi, le decían ‘El Canelo’ y fue en su pizzería donde aprendí y en esos tiempos hacía hasta 100 pizzas diarias.

"Me di cuenta que no era nada del otro mundo y fue entonces que me dediqué a este negocio, donde ya tengo 35 años vendiendo fuera de los comercios y en las diferentes colonias de la ciudad.

José Gilberto Aguilar Pérez prepara las pizzas en su casa ubicada en calle Ruiz Cortines, colonia Embarcadero, y luego sale en su viejo Ford, que tiene un gran letrero en el techo, a vender sus productos apoyado con un megáfono, donde se escucha su voz, que grabó en un teléfono de los llamados "cacahuatitos".

Le traemos la pizza calientita hasta la puerta de su casa, pizzas de dos ingredientes de jamón y pepperoni, para el chamaco, la chamaca, para que se le ponga cachetón él mariachi", es parte de la grabación que se escucha en sus recorridos y con la cual invita a las personas a comprar sus productos.

Labor social

"Desde que regresé a esta ciudad hace como 40 años me ha gustado dar alimentos a las personas indigentes, migrantes y sobre todo a los que tienen adicciones a las drogas porque son la gente a quien nadie voltea a ver.

"Yo hago folletos con mensajes cristianos y me gusta visitar los reclusorios y centros de rehabilitación para llevarles un testimonio de esperanza a las gentes, eso siempre ha sido una prioridad y un propósito de vida que me mueve", dijo.

Para sufragar los gastos familiares también trabaja desde las 16:00 a las 22:00 horas como recepcionista en un hotel llamado Viña de Oro, ubicado a la entrada de la colonia Celaya.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados