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El Imparcial / Hermosillo / Nutrición

¿Tienes estos alimentos en la mesa de tus hijos? Mejor ¡quítalos!

Después de leer las razones para no servírselos a tus hijos, tú también querrás dejar de consumirlos.

HERMOSILLO, Sonora.- Una buena alimentación se basa en buenas decisiones, pero para ello hay que aprender a tener una buena relación con la comida desde... siempre..

El nutriólogo Édgar Curiel explica que la alimentación en el niño en edad escolar, principalmente, es básica para una salud tanto inicial como para la que tendrán cuando sean adultos.

"Estamos rodeados de alimentos que pueden ser dañinos y que pueden generar algún factor deriesgo para generar alguna enfermedad, principalmente crónica como la diabetes e hipertensión", señala.

Por ello tenerles al alcance alimentos sanos y disminuir la frecuencia con la que se ingieren los no saludables, va a repercutir en la salud. También por eso es importante conocer cuáles comidas deben retirarse desde ya de la mesa y el por qué.

Esta es la lista en orden de importancia:

1.- Bebidas azucaradas.

(La mejor opción será siempre agua)

“Estamos acostumbrados a que cuando comemos algo tenemos que beber algo y en esa bebida elegimos bebidas que tienen un agregado en azúcar, principalmente jugos, refrescos, incluso bebidas que pueden parecer algo digamos no problemáticas o algo saludables, como aguas tintadas con color, de sobrecito, o aquellas que vienen en botellas que se supone son marcas de agua pero que vienen endulzadas con manzana, uva, con edulcorantes que no son necesarios en la dieta de un niño, ni siquiera de un adulto”.

Con este tipo de bebidas se fomenta un mal hábito. El azúcar al dar una satisfacción genera una necesidad cada vez mayor; es como una droga, advierte el experto.

“Si vamos acostumbrando al niño que si va a consumir azúcar que sea poco frecuente, así cuando tenga una edad adulta, incluso desde la adolescencia, va a tender a una menor frecuencia en el uso de estos alimentos”.

Hay otros que pueden sonar naturales, como la cebada, horchata y jamaica preparadas en casa, pero si se endulzan con azúcar refinada se les convierte en un mal hábito, indica.

“La sugerencia es el consumo de agua o algún tipo de infusión, algunos tés, de infusión no diluidos”, recomendó, “el uso de edulcorantes más llevaderos por el cuerpo como la miel de agave que tiene un bajo índice glicémico”.

Cereales "de caja". 
¿Por qué? Contienen demasiada azúcar.

2. Cereales azucarados, de caja.

(La mejor opción son los cereales naturales o sin azúcar añadida)

La costumbre es utilizarlos en el desayuno y en la cena.

“En este caso lamentablemente venimos de una carga cultural que ese tipo de alimentos están dirigidos a niños, tenemos caricaturas en las cajas, juguetes adentro y eso ha traído un daño que ahorita, ya estamos con un poco más del 30%, de niños con obesidad y sobrepeso en el País”, agrega.

“(Esto) genera adolescentes y adultos obesos”, apunta, “eliminarlos (este tipo de cereales) sería la mejor opción”.

La sugerencia es elegir cereales como los “Chochitos” o Corn Flakes, el del gallo, y complementarlos simplemente con una fruta.

Panes, galletas y bollería en general. 
¿Por qué no? 
Un pan dulce es en realidad un pan frito o que contiene manteca.

3. Galletas, pastelitos, panes azucarados.

(El peligro es que se usan como colación o lunch escolar)

“Un pan dulce es en realidad un pan frito o que contiene manteca”, advierte, “o que tiene más agregado, que no sólo es el azúcar; son más calorías en un cuerpo que no necesita más que sólo la alimentación básica. Como una dona que es un pan dulce frito en aceite y agregado en azúcar”.

Muchas veces están enfocados al consumo de niños, si se dan cuenta ese tipo de alimentos lamentablemente se encuentran en las estanterías en la parte más baja de los lugares, pues los ponen al nivel de visión de los pequeños.

“No es generar un miedo a los alimentos”, aclara, “pero es simplemente tener un cuidado, no son alimentos para todos los días”.

Leche y yogurt.
¿Por qué no?
En su variedad de leche y yogurt enteros, no son recomendables. Tienen demasiada grasa y azúcar.

4. Leche o el yogurt.

(Al menos no en su versión entera, busca los reducidos en grasa).

“No es que sea totalmente errónea la utilización”, explica, “pero hablamos de que estamos en un momento en el que los alimentos están a todo nuestro alrededor y la alta ingesta de calorías está a la vuelta de la esquina”.

“La leche o el yogurt son alimentos tan nutritivos que pueden ser dañinos para la salud, tienen mucha grasa, proteínas, tienen algunos azúcares y sí, muchas vitaminas y minerales, es cierto que es un alimento muy completo.

“No olvidemos que es el alimento de la vaca para su becerro para que crezca grande y fuerte”, explica Édgar Curiel.

La opción es buscar los que están disminuidos en grasa y sin azúcar añadida, esto incluye no comprar los que ya traen la fruta o están saborizados de alguna fruta.

Una taza de leche entera tiene 9 gramos de grasa, si es semidescremada, la de tapón amarillo, tiene 4 gramos y si se busca la versión light tiene menos de 2 gramos de grasa.

“Todavía hay más desgrasadas son marcas como la Siluete, Sveltys es uno o menos gramos de grasa, esas pueden ser la elección principal entre menos grasa tengan mucho mejor”, ejemplifica.

La recomendación según la OMS y las guías de alimentación es de una porción a cero porciones al día de leche, incluso para los niños.

5.- Embutidos.
¿Por qué no?
Son sometidos a procesos de preparación que no los hacen saludables para un consumo cotidiano, ni siquiera para los adultos.

5. El embutido.

(Puede ser consumido en un momento extraordinario, pero que no sea parte de la alimentación cotidiana)

“Los embutidos como salchichas, los chorizos, incluso algunos jamones, son productos que han sido cocinados de tal forma que pueden generar daños a la salud”, afirma Édgar Curiel.

“Son productos cárnicos que a través de un proceso de ahumado o de horneado han generado compuestos en su interior que pueden ser dañar a la salud”, externa, “pues hay estudios que se hacen referencia a la posibilidad de que generen cáncer”.

“No es provocar totalmente el miedo a los alimentos, el cáncer es una enfermedad multifactorial, no por comer muchas salchichas me va a dar cáncer, pero si soy propenso y tengo otros malos hábitos quizá no es buena idea comer embutidos”.

La recomendación del experto en nutrición es que sí puede consumirse, pero sólo en un momento extraordinario y que no sea tenerlos en el refrigerador para que sean de consumo cotidiano.

¿Malos hábitos?



Hay algunas acciones que la generalidad considera “buenas decisiones”, cuando en realidad son malos hábitos. Por ejemplo:

Es bueno saber

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