“Siento que está aquí”: Este año, Verónica pudo recordar a su bebé poniéndole un altar

HERMOSILLO, Sonora.- Verónica Ramírez perdió a su primer bebé cuando tenía 20 semanas de embarazo, el 31 de agosto del año pasado, y aunque antes no disfrutaba de la celebración del Día de Muertos, este año vio en esta festividad la oportunidad de volver a tener a Noah, su bebé, cerca de ella de nuevo.

Aunque normalmente siento a Noah, o pienso, 'ojalá que estuviera aquí conmigo', ahora con más razón, siento que está aquí, y que bajó a visitarme, entonces sí considero que ser mexicana es un privilegio, en ese sentido, porque en otras culturas no existe.

Lo curioso es que antes no lo veía así, no me gustaba esta festividad, se me hacía muy triste, pero ahora empecé a ver el lado bonito, de reconocer esta actividad y me empezó a llamar la atención y se me hizo muy bonita toda la ceremonia", comentó.

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Aunque el año pasado intentó hacerle un altar al pequeño, debido a su reciente fallecimiento no se sintió capaz y solo le hizo una ofrenda.

Empezó a armar su altar

Este año, emocionada, desde días antes empezó a hacer los niveles del altar, consiguió la flor de cempasúchil, y buscó todos los pasos para celebrar el Día de Muertos, con todos los elementos de la tradición.

Desde el año pasado quise intentar, pero no podía, del mismo dolor yo creo, porque apenas habían pasado dos meses, entonces nomas le hice algo en una mesita, puse el angelito con sus cenicitas, unos juguetitos, y una velita, pero no propiamente en altar.

Este año me llamó mucho la atención hacerlo, pensé, mi bebé se lo merece, él lo querría, y la verdad me entretuve mucho; empecé a forrar las cajitas, porque desde el principio lo pensé con niveles, use colores que suelen verse en los altares, busqué el papel picado, y el cempasúchil lo corte, porque como el altar es para mi bebé, pensé en un altar pequeñito", explicó.

Verónica espera que Noah pueda disfrutar de esta festividad, tanto como ella. Piensa que verdaderamente hará ese viaje desde el "el paraíso" para visitarla, y podrá disfrutar de todas las flores, el agua, los colores, pero sobre todo, del amor que sus padres le profesan, en "la tierra de los vivos".