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El Imparcial / Hermosillo / Hermosillo

Nada detiene a don Cristóbal; va a trabajar apoyado en su andadera

Sueña con recuperar una casa que le invadieron en la colonia Sahuaro, para poder estar tranquilo en un hogar propio

HERMOSILLO.- Los fuertes rayos del Sol, el calor o frío no son impedimento para que don Cristóbal Guerrero Ibarra, de 80 años, llegue diariamente a las 11:00 horas para vender galletas y empanadas en los cruceros de Hermosillo.



Dando pequeños pasos con ayuda de una andadera o sentado en el camellón del bulevar Progreso y Solidaridad pasa 6 horas al día ofreciendo los productos a los conductores que pasan por el lugar.

Yo vendo las galletas y empanadas para pagar la renta, luz y el agua, toda mi vida he trabajado, desde chamaco andaba en los campos de la Costa en la uva y el algodón, así que lo que salga es para los gastos, me atiende muy bien una señora ella me da comida, me lava, y yo le vendo esto”, cuenta Guerrero Ibarra. 



Ya tiene alrededor de 10 años dedicándose a la venta de estos productos en los cruceros y aunque está acostumbrado al trabajo pesado, el paso de los años le han cobrado su factura.

También se apoya en su bastón.



LE GUSTA ESCUCHAR MÚSICA



A don Cristóbal le gusta disfrutar de la comida y descansar por las tardes, pero su pasatiempo favorito es encender el radio y escuchar música alegre que lo ponga de buen ánimo.


El vende las galletas a 40 pesos y las empanadas a 30 en los cruceros de Progreso y solidaridad y en Morelos y Portillo, donde ya tiene su clientela.



“No tuve hijos, no me casé”, relata, “tengo cuatro hermanas pero no ven por mí, mi sueño sería que me ayudaran a recuperar una casa que tengo en el Sahuaro y se me metió gente, quisiera estar tranquilo en una casa propia casa pero sé que es difícil”.

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