Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Hermosillo / Día del Padre

Nace en Julián instinto paternal en dar cobijo a tres niños

Tres niños que pasaban sus días en las calles de la invasión tres Reinas tuvieron la fortuna de ser cobijados por Julián García Camacho, de 28 años, un joven que decidió darles educación, alimento y un techo.

HERMOSILLO, Sonora.- Tres niños que pasaban sus días en las calles de la invasión tres Reinas tuvieron la fortuna de ser cobijados por Julián García Camacho, de 28 años, un joven que decidió darles educación, alimento y un techo.

Hace 7 años llegó a Hermosillo proveniente de Ciudad Obregón para vivir con su mamá y su hermana y fue ahí donde observó a tres infantes de 5, 8 y 9 años que pasaban el día bajo un árbol de mezquite.

Al ver que nadie se hacía responsable de ellos y no iban a la escuela, les empezó a ofrecer alimento como son tacos, dulces y refrescos.

A los días de haber encontrado a los niños conoció a la abuela de los menores y desde entonces han hecho equipo para cuidar a los pequeños, porque cuando Julián trabaja en una tortillería o en eventos sociales la mujer se encarga de estar con ellos o viceversa.

La niña más grande fue la primera que se vino a vivir conmigo y mi hermana, porque no estaba yo solo, después fue Carlos y Ricardo”, contó.

Los impulsa a estudiar

Desde entonces los niños y Julián han conformado una familia que vive bajo el mismo cuarto de material, se ha preocupado por darles alimentos, vestimenta, lavarles la ropa y los ha convencido para que sigan estudiando.

A los niños la verdad, sí les faltaba un poco de amor, y aparte que a mí, yo me recordé cuando estaba pequeño porque yo sufrí también el divorcio de mi papá y de mi mamá, y ponle que llegaron esos recuerdos y yo no quiero ver a esos niños así”, reiteró.

Actualmente Ricardo tiene 11 años, Carlos 14 y la jovencita está por cumplir 16 años, esta última se encuentra viviendo con su abuela.

Hoy planea trabajar para llevar el sustento a los niños, y la mayor satisfacción que tiene es cuando a ellos se les escapa decirles papá, aunque casi siempre le dicen por su nombre.

De los papás de los niños, apuntó, que conoce poco, pero nunca le quitaría la oportunidad a los niños de que los conocieran y convivieran con sus progenitores.

A los niños la verdad, sí les faltaba un poco de amor,  y aparte que a mí, yo me recordé cuando estaba pequeño porque sufrí también el divorcio de mi papá y de mi mamá, y ponle que llegaron esos recuerdos y yo no quiero ver a esos niños así", externó Julián.

En esta nota