María "poncha" los prejuicios
Algunos clientes, cuando veían que ella haría el trabajo de llantera, simplemente se iban, pero con el tiempo se ha ganado el respeto de hombres y mujeres.
HERMOSILLO, Sonora.- Con firmeza y tranquilidad María Corrales Romero traslada el gato hidráulico para quitar el neumático a una camioneta en la llantera ubicada por el bulevar quintero Arce, la cual atiende desde hace quinceaños.
Desmontar la llanta, parcharla, vulcanizarla, ponerle la válvula y medir los niveles de aire son algunas de las tareas que realiza diariamente María, las cuales aprendió cuando tomó la decisión de trabajar en consolidar el negocio y que el cliente quedara satisfecho.
"Cuando tomé la iniciativa de trabajar en la llantera algunas personas llegaban al negocio y al ver que yo atendía, se iban, creo que pensaban que como es un trabajo pesado no lo iba a hacer bien, otros me dieron su voto de confianza y hasta la fecha son mis clientes", expresó con orgullo Corrales Romero.
"SOMOS UN EQUIPO"
En un empleo que requiere fuerza física, agilidad y habilidad, María se ha ganado el respeto de hombres y mujeres que van a la llantera y llega a realizar hasta quince servicios en un día.
"Con este trabajo hemos sacado adelante a nuestros dos hijos, mi esposo me acompaña", expresó, "él utiliza silla de ruedas y se encarga de estar al pendiente de la llantera y proveedores, somos un equipo, mis hijos en sus tiempos libres también apoyan".