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Mamás destacan ventajas de tener la escuela en casa

Diana Ruvalcaba, de 38 años, es mamá de cinco niños de 16, 12, 11 y gemelos de 6 años, quienes estudian en casa desde hace 8 años.

CIUDAD DE MÉXICO.-La educación en casa parece un tema nuevo para los padres de familia en Sonora, pero para la comunidad de “homeschooling” de Hermosillo, esta modalidad significa un estilo de vida, en el cual los menores tienen la oportunidad de aprender a su ritmo y basado en sus intereses.

Diana Ruvalcaba, de 38 años, es mamá de cinco niños de 16, 12, 11 y gemelos de 6 años, quienes estudian en casa desde hace 8 años.

Esta decisión, dice, la tomó debido a que notó que su hija mayor no encajaba en los modelos educativos tradicionales.

“Mi hija mayor fue hasta segundo grado de primaria en escuela normal y todo el tiempo nos decía que se aburría o que estaba muy desmotivada en cuanto al aprendizaje, ella decía que no le gustaba la escuela, ni aprendía nada nuevo”, recuerda.

Al principio, en la búsqueda de opciones Diana y su esposo inscribieron a la niña en una escuela bilingüe, pero tampoco fue la solución, fue entonces que se enteraron del “homeschooling” para la pequeña.

“Cuando nos dimos cuenta que lo que ella quería aprender eran cosas que en la escuela no le enseñarían comenzamos a ver opciones educativas, en ese proceso mi esposo descubrió la educación en casa”.

Todo este proceso para Diana y sus hijos ha sido muy enriquecedor, asegura.

Ninguno desea volver al método tradicional de educación en la escuela, afirma.

“Hacemos un tipo de aprendizaje muy ecléctico y muy flexible, no nos basamos en un tipo de programa o metodología, sino que incorporamos de todo un poco y la base de los estudios son sus propios intereses, de ahí partimos a todo lo demás”, detalló.

PROCESO RETADOR

Como ella, Sandra Diosdado, mamá de Tadeo, un pequeño de 5 años, también decidió educar a su hijo en esta modalidad, porque se tuvieron que mudar de otro estado a Sonora y pensó que lo mejor para el niño era continuar al lado de sus padres.

Bajo el método de aprendizaje en casa, por medio de juegos y actividades, Sandra le ha enseñado a Tadeo las letras, el vocabulario, los números y animales.

“Este proceso ha sido muy retador porque es muy difícil quitarnos nosotros los papás la mente escolarizada, estamos muy acostumbrados a esas estructuras, pero poder observar que nuestros hijos aprenden no necesariamente en ese proceso es muy retador”, acepta.

Ambas mamás forman parte de una comunidad de alrededor de 70 familias en Sonora que decidieron practicar esta modalidad de estudio, las cuales, antes de la contingencia hacían actividades o congresos, para hablar sobre sus experiencias y también buscar la manera de apoyarse en este proceso.

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