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El Imparcial / Hermosillo / Día Mundial de la Alimentación

Malnutrición es más común de lo que se cree

A sus 41 años recuerda que desde niño entraba a los mercados y buscaba frutas y verduras que pudiera llevarse a casa.

"Sí hay productos buenos, todo lo que junto me lo llevo a mi casa y allá lo lavo, siempre hay algo que llevarse", comentó.

Llega a las 6:00 horas al Mercado de Abastos Francisco I. Madero para hacer una búsqueda entre toda la verdura que vendedores consideran merma.

Hasta las 15:00 horas termina de recorrer las distintas fruterías que hay en el lugar.

"Esta verdura sí la agarro para vender pero también para comer, y cuando la vendo de ahí saco para comer. Todo me lo llevo en la espalda cargando", contó.

Así como él, también Raúl Arvayo, de 55 años, prepara comida o salsa cuando logra obtener alimentos en buen estado para llevarse a casa.

"Lo que me llevo de aquí es para comer, lo hiervo o lo hago salsa; todo lo que me junto está bueno y aparte les ayudo a acomodar las cajas y eso", relató.

Puede estar relacionada con falta de alimentos, pero también con exceso de ellos; puede asociarse con que una persona esté desnutrida o que tenga una dieta rica en grasas y calorías, o incluso, puede significar ambas cosas.

La malnutrición se presenta hacia arriba o hacia abajo, es decir, cuando una persona tiene problemas para alimentarse todos los días y su dieta tiene deficiencia de nutrientes o bien, cuando su consumo es por encima de lo que su organismo necesita para funcionar.

Humberto Astiazarán García, coordinador del Área de Nutrición del CIAD, explicó que tanto los conceptos de sobrepeso y obesidad como el de desnutrición están englobados en este mismo concepto. Ambos problemas de salud coexisten en Sonora y, por supuesto, en Hermosillo.

Señaló que, a nivel Estado, las estimaciones más recientes indican un 4% de sonorenses en pobreza alimentaria extrema, y un 15% en pobreza general alimentaria.

"Digamos que 15 de cada 100 sonorenses tendrían dificultad para conseguir su alimento al día. Y si hablamos de inseguridad alimentaria severa, son personas que por cada tres días, dos tienen para alimentarse y un día no tienen, ahí hablaríamos de dos o tres por cada 100 sonorenses", explicó.

En contraparte, los últimos datos de la Secretaría de Salud, del año 2016, señalan que en todos los estados del Norte del País el 36.1% de los mayores de 20 años presenta sobrepeso y el 37.8% tiene obesidad.

Ese contraste no es exclusivo de Sonora, ni siquiera de México, indicó Astiazarán García: "Es lo que se llama la doble carga de la malnutrición, en donde tenemos zonas de pobreza alimentaria, con problemas de desnutrición, pero al mismo tiempo tenemos el problema de la sobrealimentación".

Desde 1979, en casi todos los países se celebra el Día Mundial de la Alimentación, promovido por la FAO parahacer conciencia de garantizar a toda la población el acceso a los alimentos.

De acuerdo con el investigador Humberto Astiazarán, con el panorama actual, se puede actuar de dos maneras: Con el cuidado del consumo propio yuna mejor distribución de los alimentos.

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El investigador del CIAD también comentó que para disminuir el hambre en el mundo cualquier persona puede ayudar si, en lugar de desperdiciar su comida, apoya a quien no tiene para comer.

"Existen los bancos de alimentos. Todos conocemos a personas en situación de calle o de pobreza, no permitamos que el alimento se vaya a la basura", agregó.

Según cifras del Banco de Alimentos de Hermosillo, cada mes se atiende a más de 30 mil personas, repartidas en cuatro mil 500 familias, que de otra manera tendrían más dificultad para conseguir el sustento.

"Necesitamos mucho apoyo, muchos cambios de culturas y hábitos, sobre todo en las donaciones, para conseguir el objetivo acabar con el hambre", dijo Karla Aguayo, directora general de la institución.

Para este año, el lema del Día Mundial de la Alimentación es #HambreCero, una meta que los expertos ven complicada, pero factible sólo si hay un cambio real desde los ciudadanos y los gobiernos.

MALOS HÁBITOS LO LLEVAN A LA DESNUTRICIÓN

"David", profesionista de 44 años, comentó que llegó a pensar que era una bacteria la que le causaba diarreas, dolor en las vías urinarias y cansancio extremo, hasta que luego de varias consultas y estudios le dijeron que su problema estaba en la forma de comer.

Ante la incredulidad por el diagnóstico, su doctora le explicó: "Es más común de lo que crees".

Por su trabajo, "David" pasaba hasta 13 o 14 horas sin probar alimento, y cuando lo hacía su estómago no soportaba más de la mitad de la porción. En dos meses perdió cuatro tallas y bajó seis kilos.

"Ahorita estoy pesando 63 kilos, me faltan seis para regresar al peso. He cambiado más a cenar menos pesado, y con la comida busco que sea sustancioso, el pescado es lo que más me ha ayudado", expresó, "tenía la dieta muy descuidada por los horarios del trabajo, ahí he tenido que disciplinarme más".

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