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El Imparcial / Hermosillo / Bahía de Kino

Kino está solo

La playa de los hermosillenses está tan sola que los pequeños comercios ya empezaron a cerrar de manera temporal.

HERMOSILLO, Sonora.- La falta de turistas en Kino Viejo y Bahía de Kino ha dejado hasta un 80% de pérdida en los negocios, principalmente a los restaurantes, vendedores ambulantes y pequeños puestos de mariscos, lo que se ha convertido en una situación crítica para quienes viven del turismo.

A partir de que la Secretaría de Salud de Sonora anunció, el lunes 16 de marzo, el primer caso de Covid-19 en Hermosillo, las ventas se desplomaron de inmediato, y más aún cuando se le invitó a la población a que no saliera de sus casas, lo que hizo que la bahía, hasta ayer, luciera completamente vacía.

En Kino Viejo la mayoría de los restaurantes marisqueros no tienen clientela, y a pesar de que ya adquirieron los productos que iban a vender en Semana Santa.


José Gerardo Martínez, dueño de restaurante, manifestó su preocupación por la situación crítica que está viviendo, ya que en años anteriores para estas fechas ya debería de haber turistas.

“Nos ha ido mal porque el turismo no viene, está muy asustado. A nosotros nos pega en la economía, y uno tiene que esperar porque el golpe es para todos, todos estamos iguales.

“Ya nos surtimos para Semana Santa, con pan, totopos, con todo y ahí ya está el producto. Ojalá se componga esta situación para todos”, recalcó.

A los vendedores ambulantes o los que están cerca del muelle se les invitó, por parte de las autoridades municipales, a no acudir a vender, primero porque no habría gente quien consumiera y por cuestiones de prevención a su persona.

La situación de los meseros también es preocupante, ya que ellos también viven del turismo y en esta época donde ellos ganan sueldo, además de las propinas, es incierto cómo trabajarán, si es que lo hacen.

“Nos ha pegado muy duro, hemos visto demasiada disminución, es más, ni los habitantes de aquí salen a caminar aquí. No hay nada, todos están pensando para ver cómo nos va a ir porque ya tenemos nuestras compras anticipadas y tenemos todo el producto”, señaló José Manuel Salazar Mendoza, mesero.


SOLUCIÓN A LARGO PLAZO

Algunos de los restauranteros pidieron créditos para comprar los productos para Semana Santa, desde pescado, diferentes mariscos, salsas y una variedad de ingredientes, por los cuales deben abonar cada semana y mientras no haya turistas no hay ganancias para pagar.

Francisco Gaxiola es dueño de un restaurante de mariscos, quien tomó la penosa decisión de cerrar temporalmente, ya que no tiene dinero para pagarles a sus empleados, pues el turismo no ha llegado y no cree que llegue.

“Andamos con números rojos todos, y con esta pandemia que hay sí estamos muy preocupados porque supuestamente los restaurantes no los cerraron pero la afluencia de la gente está parada, entonces a quién vamos a venderles.

“Hay mucha incertidumbre, y nosotros necesitamos que el Gobierno nos apoye con créditos a largo plazo para salir de este problema, no estamos pidiendo nada regalado, sino que nos apoyen con eso, nosotros estamos dispuestos a pagar”, indicó.


SÓLO UNA FAMILIA

A lo largo de Bahía de Kino, solamente se observó a una familia que viajó de Ciudad Juárez, Chihuahua a esta playa, donde disfrutaron de un lugar completamente desierto, sin ruido, pero aun así con temor por el coronavirus.

“Nos animamos a venir porque ya teníamos el hotel pagado y todo y pues sí nos da miedo el coronavirus pero tratamos de tomar todas las medidas de prevención, traemos gel antibacterial y productos de limpieza. Vamos a estar este fin de semana y ya el lunes nos regresamos”, contó Fabiola Pérez.

Con sólo el ruido de las olas está Bahía de Kino, sin personas con música o los famosos taca-taca tocando las canciones que les soliciten, mucho menos gente jugando en la arena o bañándose en el mar. Una total paz se puede vivir en esa zona, porque la mayoría acataron las recomendaciones de quedarse en casa.

Las palapas, que son las que se llenan primero en estas fechas, lucieron completamente vacías, así como las carpas, los baños y las tiendas de autoservicio, expendios y todos los puestos.

En la Bahía, un oficial de la Policía Municipal realiza rondines para retirar a la gente y pedirles amablemente que no se queden en la playa y que se vayan a sus casas, como medida precautoria.

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