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Érick y José son como padre e hijo

Ambos se han apoyado durante diversas situaciones adversas que se les han presentado. 

HERMOSILLO, Sonora.- Una valiente amistad que ha hecho frente a cualquier adversidad es la que tienen Érick Joan Vega Gutiérrez y José Noé Sotelo Piña.

Antes de ser los mejores amigos eran compañeros de trabajo: Vega Gutiérrez laboraba como empacador en un supermercado y Sotelo Piña como guardia de seguridad. Érick, de 34 años, nació con espasticidad en el lado izquierdo de su cuerpo y nunca ha podido caminar. La amistad entre los dos se reforzó un 24 de diciembre del 2017 cuando Érick miró el semblante caído de Noel.

"Me dijo: ‘Apá, ¿qué tienes?, ‘pues es mi cumpleaños mijo, no me dieron permiso de ir a Sinaloa con mi familia, me la voy a pasar solo como los perros en mi cumpleaños’, ‘no’, me dijo".

Pero el joven le dio una agradable sorpresa a su amigo, lo visitó en la noche para llevarle un delicioso pastel y después se fueron a cenar pollo asado.

Por la mañana Érick lo invitó a desayunar a su casa, ahí Noé se percató que el joven vivía con su abuela y tíos, pero se le exigía correr con los gastos de la vivienda mientras que sus parientes no trabajaban, contó.

En una ocasión Érick se encontraba en la venta de artículos en Progreso y Solidaridad cuando un descuidado conductor de tráiler iba hablando por celular y no se percató que el semáforo se hallaba en rojo y lo atropelló.

El joven de 34 años perdió la pierna derecha, era la que tenía más movilidad. Sin poder trabajar como empacadorni vendedor y con muchas necesidades que solventar, a dos meses de ser atropellado buscó la manera de seguir adelante.

"Desde que tuve el accidente y buscar la manera de salir adelante, la manera de seguir luchando, la manera de una prótesis, porque es bastante cara, con la dulcería trato de mantenerme de pie, vivo y útil", expresó.

SOCIOS

Eric y Noé comparten una casa y son socios en la Dulcería Ambulante de Catedral, todas las tardes instalan en la silla de rueda una caja con dulces para ofrecer estos antojos a las personas, uno los ofrece mientras que el otro empuja el vehículo.

"Nace un cariño muy especial, aquí estamos luchando los dos por la misma causa por el mismo motivo, él ha sido un pilar para mí, un pilar en mi vida, yo creo que sin él mi vida se hubiera acabado desde que me pasó el accidente", comentó Erick.

La amistad entre los dos se ha reforzado al grado que cualquiera en la Plaza diría que son un padre y un hijo que están en el trabajo y más porque Erick le dice "padre" a Noel y éste le responde con un "mijo".

"Le tengo cariño de muchas formas, es mi amigo, mi confidente, mi papá, mi tío", expresó, "la persona que me ha ayudado en todo este tiempo, encontré a una familia realmente maravillosa al lado de esta persona".

El Imparcial: imagen de artículo

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