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El Imparcial / Hermosillo / Historia

El viejo ‘Jacob’ es el "Hachiko de la Olivares"

Hace año y medio que su dueño murió, desde entonces él lo espera en el mismo lugar donde compartieron las tardes muchos años.

HERMOSILLO, Sonora.- Desde que su mejor amigo falleció, hace año y medio, no se ha querido despegar del lugar donde él trabajaba como guardia de seguridad y donde durante tantos años lo acompañó en sus jornadas.

"Jacob" es un viejo perro mestizo cuya historia ha conmovido a los vecinos de la colonia Olivares, quienes se han hecho cargo de alimentarlo.

Tiene la mirada triste y por su avanzada edad camina tan despacio como si una pata le pidiera permiso a la otra, ya está molacho.

Y es que "Jacob" estuvo con su mejor amigo desde que era un cachorro, y haberse separado de él, a decir de los vecinos ha sido un duro golpe.

Heidi Rivera, vecina de la zona, contó que alimenta todos los días al "Hachiko de la Olivares", como le apodan, quien se caracteriza por ser noble, y a pesar de su vejez, simpatiza con otros animales y con quienes se detienen a saludarlo, pues es muy conocido y querido por los vecinos.

"Nos llamó mucho la atención que 'Jacob' todas las noches se iba afuera de la cantina después de que murió su dueño, y como a las 02:00 de la mañana se regresa a donde se está refugiando.

Al dueño de ‘Jacob’ le prestaban un cuartito cerca de aquí y por eso es conocido este perrito, pero a raíz de la muerte de su dueño no se va de aquí esperanzado a que regrese su dueño", aseguró.

TODO EL DÍA

"Jacob" está por las mañanas y tardes en una casa ubicada en la esquina de Olivares e Ignacio Hernández, donde los habitantes de la zona lo alimentan y una veterinaria lo cura, pues ha sido atropellado varias veces porque ya no ve bien.

"‘Jacob’ es un perro tan noble, tan lindo, no ladra, no muerde ni es enfadoso. Él sólo quiere a su dueño, como que no supera su partida porque todas las noches va a buscarlos y al no encontrarlo se regresa.

"Para todos nosotros es una lástima ver cómo se va a esperar a su dueño y se regresa con la cabeza agachada, es un perro que necesita de mucho amor porque el amor que tenía se fue y no regresará jamás", manifestó Heidi Rivera.

Las huellas del tiempo se aprecian en el cuerpo del "Hachiko de la Olivares": Está sucio, tiene solamente dos molares y un colmillo quebrado, lo que le dificulta comer, pero nunca ha sido agresivo y es noble con todo aquel que se le acerca.

ES DE TODOS

María del Rosario Rangel, vecina del lugar, expresó que a diario ve a Jacob pasar por las calles entre las 21:30 y las 23:00 horas, y de acuerdo con otros vecinos ven que va a la cantina donde trabajaba su antiguo dueño.

"Ya tiene mucho tiempo así este perrito, es muy noble, no hace daño y todos los días va a la cantina y como que no ve que salga su dueño y se regresa y se queda en la esquina", contó, "es un perro que no le hace daño a nadie, ya es de la comunidad".

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