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Día mundial del Autismo en Sonora: Sus dos hijos son el motor de vida para Muñeca

Los dos jóvenes han vencido muchas barreras y ahora son autosuficientes

Día mundial del Autismo en Sonora: Sus dos hijos son el motor de vida para Muñeca

HERMOSILLO, Sonora.- Tener dos hijos con autismo convirtió a Muñeca Trujillo Martínez en una luchadora incansable, llena de energía y fuerza para enfrentar cualquier reto, como el cáncer que le diagnosticaron y el cual desea vencer para seguir al lado José Miguel y Silverio.

Cuando su primer hijo tenía 5 años, y el segundo 3, Muñeca no veía un desarrollo adecuado.

Al recibir el diagnóstico de autismo, ella se sorprendió al saber que ambos tenían esta condición, pero lo más difícil fue lo que vino con los años, pues Silverio, comenzó a presentar conductas violentas.

Muñeca Trujillo compartió esta imagen
que se tomó la familia en la Plaza Zaragoza,
con motivo de los 15 años de Silverio.

Noté comportamientos extraños en el más grande, lo llevé a revisar, pero no me dieron el diagnóstico que tengo ahorita, recuerda, cuando el más chico tenía 3 años, yo notaba que él era impresionantemente independiente, al punto que ya no era algo positivo.

Pasaba un lado de nosotros y no nos miraba, si le hablábamos parecía que no existíamos, nunca nos daba la mirada, detalla, él siempre estaba solito, no le gustaba jugar con nadie, no quería que lo abrazara, y lo único que quería hacer era jugar con trapos.

La indiferencia de Silverio llegó a tal punto, que Muñeca pensó que tal vez su hijo podría ser sordo.

Al hacerle pruebas notó que no era la audición lo que le afectaba, sino algo diferente, pero que en ese momento no podía entender.

En el kínder ella veía a Silverio solo, no jugaba con los niños, no participaba en clases y tampoco hablaba.

Muñeca buscó lugares donde pudieran ayudarlos y después de pagar a instituciones privadas, hospitales, médicos y terapeutas sin resultados, en una escuela de Gobierno encontró luz para sus hijos.

Como en cuarto o quinto de primaria cuando conocí el CAME 3, señala, la verdad ya no tenía esperanza de que lograran algo.

En quinto año de primaria, Silverio conoció a la maestra Toñita, quien se enfocó en enseñar a leer y escribir al pequeño, lo que impactó también en su conducta.

En el CAME 03 me lo recomendaron porque me decían que había muchos niños como mis hijos, recuerda, yo lo metí y a Silverio lo atendió la maestra Toñita, una mujer que creo que le tuvo mucho amor.

Confió en él, apostó por él, y le enseñó, añade, yo no puedo explicarme aún cómo le enseñó a leer y a escribir a un niño como Silverio, tan violento, pero le tuvo paciencia y amor, y es algo de lo que yo siempre estaré agradecida.

UN CAMBIO TOTAL

Sus hijos tienen 18 y 16 años, ambos han cambiado mucho, son más tranquilos y pueden ser autosuficientes.

Hablan, platican, conviven, y pueden estar con otras personas de manera más tranquila, aunque todo este proceso ha sido difícil, para Muñeca cada momento ha significado aprendizaje y una prueba de amor.

Hace un año y medio, Muñeca fue diagnosticada con cáncer de ovario en etapa tres, desde entonces la vida se ha vuelto más complicada. Aún así, para ella eso no es importante, pues lo único que desea es tener más vida para acompañar a sus hijos.

ES BUENO SABER

¿A PARTIR DE QUE EDAD SE PUEDE DETECTAR EL ESPECTRO AUTISTA?

• Entre los 18 y 24 meses.

¿CON QUÉ ESPECIALISTA DEBE ACUDIR SI TIENE SOSPECHA DE AUTISMO?

• Médico pediatra, especialista en neuropsicología o neurólogo pediatra.

¿CUÁLES SON LAS SEÑALES A CONSIDERAR?

Según del Manual de Diagnóstico Internacional de los Trastornos del Espectro Autista (DSM5) las señales de alarma son las siguientes:

• Que no responda a su nombre.

• No puede explicar que quiere.

• Muestra retraso en habilidades verbales y/o de retraso.

• No sigue instrucciones. • A veces el niño parece ser sordo.

• Algunas veces parece escuchar y otras no.

• No señala con el dedo índice o no dice adiós con la mano.

• Acostumbraba hablar o balbucear y dejó de hacerlo.

• Tiene intensos y violentos berrinches.

• Tiene patrones de movimientos extraños (aleteo constante de la mano, o vaivén de su cuerpo).

• Se irrita ante sonidos como licuadoras o lavadoras.

• No sabe jugar con juguetes.

• No sonríe como respuesta a la sonrisa.

• Tiene pobre contacto visual.

• No se interesa por otros niños.

• Muestra apego inusual a juguetes, objetos, videos o imágenes.

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