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El Imparcial / Hermosillo / notamigracion

Debe sociedad adaptarse a cambio climático, asegura investigador

Debido a los cambios climáticos que se esperan en la región, en los que la temperatura podría elevarse en promedio alrededor de 1.5 grados centígrados para el 2050, se debe de dar una adaptación de la sociedad hermosillense.

Nicolás Pineda Pablos, investigador del Colegio de Sonora, explicó que la región de Hermosillo estará expuesta a mayores ondas de calor y a temperaturas más extremas, lo cual es casi un hecho.

Expuso que también es probable que la disponibilidad del agua se reduzca, aunque aún no se sabe en qué porcentaje, pero se esperan sequías prolongadas, pues la ciudad está al borde de la disponibilidad de sus recursos hidráulicos, a pesar del acueducto Independencia.

Se debe de usar menos agua a nivel de sociedad como conjunto y reducir el derroche de agua, cambiar el tipo de agricultura y de riego, dijo, pues son adaptaciones que se deben de hacer si se quiere seguir con producción agrícola.

Además las ciudades no pueden seguir con redes de distribución que desperdician el 40% del agua que ingresa a ella, como es el caso de Hermosillo, señaló, pues lo máximo que se pudiera tolerar es el 10%.

“Traer agua tan cara, de pozos que gastan mucha electricidad o traerla ahora del acueducto, para que aquí se desperdicie el 40%, es un despropósito, entonces tenemos una razón más para ser más eficientes con esto del cambio climático”, indicó.

Esto debido a que las tuberías son viejas, tienen goteos, existen tomas clandestinas, usos no autorizados del agua, continuó, por lo que se debe de tener un mayor control y racionalidad del agua, sólo para usos que sean netamente necesarios.

Detalló que aproximadamente se consumen anualmente en Hermosillo 100 millones de metros cúbicos de agua, lo cual de tratar las aguas residuales, se podrían reutilizar hasta el 50%, lo que contrastaría con el apenas 10% que se trata actualmente.

Otra cuestión que ayuda al incremento de temperaturas, agregó, es que las ciudades tienen su propio cambio climático llamados “islas de calor”, pues materiales como cemento y pavimento, contribuyen a que se eleve cuatro grados la temperatura más que en el campo.

Para eso existen estudios que señalan que se deben cambiar los materiales de construcción, pavimentos que son más porosos, contrario al que se utiliza actualmente, que guarda el calor.

Cambiar materiales y diseños de las construcciones para que sean amigables y que se soporte con menor consumo de energía los extremos climáticos.

También mayores áreas verdes arboladas que ocupen poco riego, nativo o importados de otros desiertos que ayuden a refrescar el medio ambiente.

Esto ya se puede sentir, como en este verano, cuando debido al alto consumo de energía, la CFE no soportó el consumo en algunas colonias, comentó, y si la ciudad sigue creciendo se corre el peligro de los apagones sean en general y no por sectores.

Asimismo el pasado 3 de junio se rompió un récord histórico de temperatura más alta en el Estado, al alcanzar 49.5 grados centígrados, la cual incluso en el horario que se presentó fue la temperatura más alta a nivel mundial.

Además de que se espera otro efecto con una mayor intensidad y frecuencias de tormentas tropicales en la región, como en el 2009 cuando hubo cuatro ciclones en el Estado, lo que es atípico.

Este caso se vio plasmado en el huracán “Jimena” en Guaymas cuando llovió por 36 horas lo que llueve en dos años en ese Municipio, además de dos ciclones en el Mayo, uno de ellos de impacto importante en Álamos.

“La cuestión es estudiar cómo la sociedad se puede adaptar a estos cambios climáticos, esto incluye algunos efectos, no sólo en el hábitat humano, sino también en actividades productivas como la agricultura”, subrayó.

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