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Cuando el coronavirus dijo: No

Planearon sus bodas con años de anticipación y de un día para otro tuvieron que posponer sus sueños<br /> 

Cuando el coronavirus dijo: No

HERMOSILLO, Sonora.- Hoy es el día que habían elegido: A la orilla de la playa, en Bahía de Kino, y rodeados de sus seres queridos estarían listos para dar el “sí”; hoy sería el enlace matrimonial entre Sarahí Leyva y Carlos Durazo.


Durante dos años lo planearon todo y de repente la pandemia de coronavirus puso en pausa ese día tan esperado y ahora deberán esperar un año más para cristalizar su amor. La tristeza los invadió, además de que fue complicado posponer la fecha y buscar una nueva, jamás se imaginaron que algo así pasaría.


“Fue complicado posponerla porque nuestros invitados ya tenían vuelos y rentas programadas, además que ya estábamos listos, aún así no dudamos en cambiar de fecha porque para nosotros la salud de todos es lo más importante. 


“La verdad nos esperamos mucho para empezar a hacer cambios, por lo que se nos complicó empatar fecha con todos los proveedores este año, la tuvimos que mover al siguiente“, relata Sarahí Leyva.


No solamente cambiar la fecha fue difícil, sino los costos elevados que eso implicó, ya que mover la fecha hizo que algunos proveedores tuvieran que cambiar sus precios.


“Algunos precios se nos elevaron, pero todos los proveedores se portaron muy comprensivos y accesibles con la situación y eso para nosotros fue muy bueno, pero también muy importante porque así ya tenemos nuestra fecha programada para el siguiente año y esperamos compartirla con nuestras familias y todos nuestros seres queridos”, expresa.


A final de cuentas para esta pareja lo más importante es el amor que se tienen y esperar un año más para casarse no es ningún sacrificio.


A SÓLO CUATRO DÍAS


La emergencia sanitaria por el Covid-19 tomó por sorpresa a Estefanía Lagarda y Jesús Paulino Cuamea, quienes a sólo cuatro días de su boda tuvieron que posponerla.


“Al principio fue super devastador, lloré mucho, me cayó de bomba porque fue cuatro días antes de la boda y me sentí muy impotente de no poder hacer nada al respecto, nunca en mis planes estuvo el convencer a la gente de hacer la boda, nunca quise poner en riesgo a nadie y cuando se declaró que no iba a haber ningún evento, por supuesto que pospusimos la fecha de nuestra boda”, señala.


Y aquí aplica perfecto el dicho: “No hay mal que por bien no venga”. En la búsqueda de un nuevo local para su fiesta encontró algo mejor.


“Al día siguiente que empecé a hablar con los proveedores la verdad todo se acomodó bastante bien y eso fue lo que me hizo sentir un poco más tranquila el único que no se me acomodaba fue el lugar y a los cuatros días encontramos el lugar perfecto que la verdad me llenó más el ojo que lugar pasado y a final de cuentas creo que resultó mejor cambiar la fecha“, contó.


Fue difícil acomodar las fechas con todos los proveedores que ya tenía contratados, pero todo resultó muy bien, fueron comprensivos y muy profesionales. 


A pesar del cambio de fecha de la boda por la iglesia, Estefania Lagarda y Jesús Cuamea sea casaron por el civil, lo que los llenó de alegría y ahora sólo esperan a que llegue septiembre y puedan entrar a la iglesia a reafirmar su amor. 


DIFÍCIL SITUACIÓN
Pero si fue difícil para las parejas los wedding planner tampoco vivieron, ni viven, una situación fácil.


Ellos pasaron de tener eventos cada fin de semana se quedaron sin ninguno debido a la pandemia.


A pesar de que ellos se encargan de planear el momento perfecto para las parejas, lo sorpresivo de la emergencia sanitaria los dejó sin poder tener un “Plan B” para una situación como esta.


La organizadora de bodas, Carolina Paredes, comenta que su trabajo se puso en pausa porque ya no se pueden hacer eventos, su fuente de empleo, y todo lo que tenían programado para estos meses se reagendó.


“Teníamos fechas cada fin de semana, las pospusimos y la más próxima que tenemos es a finales de junio, estamos en la espera de que nos digan si se va a poder hacer o si la vamos a tener que posponer de nuevo y la siguiente fecha que tenemos es en septiembre.


“Confiamos que en septiembre sin duda vamos a poder hacer los eventos, pero estamos en la espera de lo que digan las autoridades”, manifiesta.


Carolina Paredes es afortunada porque hace más de un año empezó a reducir gastos, sin planearlo, y eso le permitió tener un ahorro que le ha sido de gran apoyo.


“Sin querer queriendo me preparé para esta situación sin yo estar enterada, y pues ahorita tengo unos ahorros que estoy utilizando”, indica.


Las novias que han tenido que posponer su fecha, aplazarla o llevarla hasta el año siguiente han tenido momentos de crisis y hasta llanto, cuenta, pero es algo que se esperaba y no es malo manifestar ese sentimiento que las parejas tienen.


“Es entendible los estados de ánimo que tienen, yo hace unos días hice un Live en Instagram y les comentaba que se valía estar tristes, desesperadas, agobiadas y se valía, pero después tenían que calmarse como estar tranquilos y pacientes porque tenemos que esperar que nos digan las autoridades que ya podemos hacer los eventos, mientras no sea eso no hay forma de que lo hagamos”, recalca.


Así, los días pasan y muchas parejas esperan que la emergencia sanitaria termine y los eventos se reanuden para poder cristalizar la boda de sus sueños.


Estefanía Lagarda y Jesús Paulino Cuamea estaban a sólo cuatro días de su enlace matrimonial y tuvieron que posponerlo.

Estefanía Lagarda y Jesús Paulino Cuamea se casaron por el civil, y ahora sólo esperan las indicaciones de las autoridades.

“Al principio fue super devastador, lloré mucho, me cayó de bomba porque fue cuatro días antes de la boda y me sentí muy impotente de no poder hacer nada al respecto, nunca en mis planes estuvo el convencer a la gente de hacer la boda, nunca quise poner en riesgo a nadie y cuando se declaró que no iba a haber ningún evento, por supuesto que pospusimos la fecha de nuestra boda”.

Estefanía Lagarda

 

Sarahí Leyva y Carlos Durazo dijeron que fue complicado empatar fechas con todos los proveedores.

Sarahí Leyva y Carlos Durazo estaban a sólo cuatro días de su enlace matrimonial y tuvieron que posponerlo.

Sarahí Leyva y Carlos Durazo habían planeado cada detalle de su enlace, pero para ellos primero es la salud.

Sarahí Leyva y Carlos Durazo están listos para cuando las autoridades den permiso de que se realicen eventos.


“Es entendible los estados de ánimo que tienen, yo hace unos días hice un Live en Instagram y les comentaba que se valía estar tristes, desesperadas, agobiadas y se valía, pero después tenían que calmarse como estar tranquilos y pacientes porque tenemos que esperar que nos digan las autoridades que ya podemos hacer los eventos, mientras no sea eso no hay forma de que lo hagamos”.

Carolina Paredes, wedding planner

“Fue complicado posponerla porque nuestros invitados ya tenían vuelos y rentas programadas, además que ya estábamos listos, aún así no dudamos en cambiar de fecha porque para nosotros la salud de todos es lo más importante”.

Sarahí Leyva

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