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A sus 89 años sale a trabajar en su silla de ruedas

El problema que tiene en sus rodillas se le complicó hasta tener la necesidad de andar en sillas de rueda y vivir con una de sus hijas, pero el trabajo no lo ha dejado porque es una actividad que le gusta

HERMOSILLO.- Víctor Ruiz Pérez es un hombre de 89 años, lúcido y con fuerzas en sus brazos que se dedica a vender dulces en el cruce de las avenidas Tecoripa y Olivares, ubicadas al Norte de Hermosillo, y asegura que el trabajo lo mantiene vivo.

Indicó que por cerca de dos años se dedicó a vender golosinas por fuera del Hospital General del Estado, ahí dormía y comía porque no quería estar con sus familiares.

Pero el problema que tiene en sus rodillas se le complicó hasta tener la necesidad de andar en sillas de rueda y vivir con una de sus hijas, pero el trabajo no lo ha dejado porque es una actividad que le gusta, aseveró.

Yo no andaba en sillas de ruedas, pero me salió retención de líquido y ya no pude caminar, pero yo trabajaba aquí, yo soy tapicero, mi oficio fue tapicero”, contó mientras estaba sentado en su silla y se cubría del Sol con la sombra de unos locales.

LE GUSTA GANARSE LA VIDA

Dora Alicia Ruiz, una de sus hijas, explicó que don Víctor vive a unas cuadras del punto del negocio, le gusta trabajar y se pone en esta esquina para vender mazapanes y dulces que él mismo compra.

Aunque hay días en los que solamente logra 20 pesos de venta no se desanima. Él es originario de Torreón, Coahuila.

“Trabajar no es pecado ni vergüenza”, afirmó, “a todos los jóvenes que trabajen como debe de ser y honradamente y a nadie le ofende trabajar decentemente y te gastas tu dinero como tú quieres”

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